Daniel Ruiz

Decisiones difíciles

Cuando confirmaron el regreso de Daniel Ruiz me emocionaba la idea de que fuera a jugar de nuevo junto a Cataño y Macalister. La ‘triple D’ como ya lo titulan algunos, una línea ofensiva llena de técnica, fintas y asociación.

El partido contra Once Caldas nos permitió ver esta posibilidad. Millonarios se vio enredado en un primer tiempo donde el juego de los tres se centraba en el medio del campo, la zona más poblada y con más jugadores del rival. Ninguno tiene vocación de extremo, lo que hacía que las bandas no fueran aprovechadas de la manera en que se debe. Cataño y Ruiz lo intentan, pero su tendencia en la mayoría de ocasiones es volver al centro para juntarse con Mackalister, encontrándose con el medio campo rival y los centrales. 

Al segundo tiempo Gamero mueve las fichas y saca a uno de los ‘D’ (Ruiz) y le da paso a Paredes. Después también entra Jader por la banda y el partido se destraba, no porque ellos hayan tenido un desempeño extraordinario, sino que por el simple hecho de tenerlos abiertos siendo extremos naturales hizo que el juego de Millonarios se llenara de variantes. Sumado a esto, Cataño pasó a la posición de enganche, lugar donde más cómodo se siente (dicho por él mismo en rueda de prensa) y que ocupa en pocas oportunidades dada la presencia del capitán del equipo. 

Millonarios necesita jugar con extremos. Por lo menos uno que ofrezca una alternativa diferente en ataque y que también tenga ese apoyo en la banda para el lateral en cuestiones defensivas.

Acá es donde aparecen las decisiones difíciles para Gamero: ¿a quién debe sacrificar? Hagamos algunas consideraciones:

– Jugar con la ‘triple D’ hace que se pierda juego por las bandas, pero hay más asociación y construcción de juego interior

– Daniel Ruiz necesita minutos y confianza, la cual viene teniendo por lo menos en los últimos tres partidos. Ya sabemos de sus condiciones y de lo que puede ofrecer al equipo

– Daniel Cataño es nuestro mejor volante ofensivo. Sea de enganche o de extremo es un jugador que genera fútbol e infunde respeto en las defensas. Tenerlo en el banco es darle un beneficio al rival, pero tirarlo a la banda es también perder parte de su potencial.

– Mackalister Silva es ídolo (sí, ídolo, aunque algunos les cueste) y referente del club, que tiene partidos brillantes y partidos flojos. No tenerlo en campo, adicional a lo futbolístico y extra futbolístico que sabemos que ofrece, es también perder un jugador que puede ser volante de primera línea. Por la banda ya le cuesta, aunque lo hace.

– Tanto Paredes como Beckham y Jader son los llamados a ser los extremos del equipo, ofreciendo ese juego de ida y vuelta tan necesarios particularmente en los partidos de visitante. No obstante, los tres son jugadores aún en formación.

Los que estén en campo van a depender de las circunstancias de cada partido, como bien lo decía Daniel Cataño en la rueda de prensa. Acá lo fundamental es que todos estén en buen nivel y puedan aportar cuando el equipo los necesite, así le generan un «lindo problema» a nuestro timonel y le abren variantes de juego a un equipo al que los rivales tienen estudiado. 

Tengo buenas sensaciones de estos últimos partidos, estamos recuperando el nivel (aún falta, por supuesto) y físicamente el equipo se ve más entero en comparación con el inicio del torneo y el trajín de los amistosos internacionales. Sea con la ‘triple D’ o con los extremos, este equipo tiene la obligación de entrar a los 8 y defender dignamente el título de Copa. Vamos de a poco, pero mejorando. 

Por Andrés Rey Hernández
Twitter: @andresreyhdez