Canto de gol: actores de reparto
Los protagonistas saben que llevan el papel, dentro o fuera de las canchas. Enfocados por las cámaras, perseguidos por el hambre de una nota, acorralados por la fama de goles importantes de títulos, exaltados por bandas de capitán elegidas por su entrenador o sus compañeros, aclamados por miles de voces en un estadio, o codiciados por empresas deportivas o patrocinadores para llevar sus banderas.
‘Jerry Maguire’ cuenta la historia de un representante de deportistas que en un arranque de moralidad se queda sin clientes, salvo Rod Tidwell; y es una que oculta un objetivo de mostrar buenos prospectos en jugadores impopulares y lejanos de los contratos millonarios y las agencias publicitarias, al punto de hacer mejor y más decente la vida de un representante. Y sobre esa idea de la importancia de los papeles “secundarios”, el pasado sábado en el doblete de los equipos Embajadores sentí esa misma impresión con dos sucesos en cada onceno, uno tristísimo y otro evidenciado en un feliz grito de gol.
Ledys es una de las jugadoras azules más destacadas del equipo, por su gran pegada y su olfato goleador sin ser delantera. Pero, ante su jodida lesión de ligamentos y los meses que una de las grandes protagonistas de Millos femenino estará por fuera, fue el dolor de sus compañeros ese actor de reparto que tomó el rol vital de la jornada, materializado en el llanto quebrado de Lina Gómez y la protección del profe Anzola, cobijándola a ella, a Calvo y a toda la institución que resaltó como una familia que se mantiene unida en victorias y tristezas. A ella pero también a todos los que conforman este equipo mi más sentido mensaje de apoyo y aliento en este 2023 en que, inevitablemente, se perdió a uno de sus pilares.
El segundo personaje secundario es uno que ya parecimos acostumbrarnos a ver en pocos minutos ante cada salida en casa y por fuera de Bogotá; uno que solía recibir muchas críticas y que con todo y el cariño que le tenemos, otros tantos también le brindábamos nuestro escepticismo por su biotipo y su manera de jugar. El viejo continente, los minutos, la experiencia y, por qué no, todos los compañeros con recorrido que han jugado a su lado, han hecho de Jader Valencia un jugador rendidor, fuerte, inteligente y que, como decía mi compañero Andrés Rey en su cuenta de Twitter, se acostumbró a darnos más alegrías que dolores de cabeza. En victorias, empates y derrotas lo ubico siempre arrodillado inmerso en sus plegarias personales, con una humildad y sencillez que, como en esa enorme jugada del sábado tras un pase magnífico de Pereira, desborda con su actuar. Los focos y los micrófonos se quedaron con Osquitar, el merecido héroe de la noche. Pero su Sancho fue el colosoano que dejó desparramado en el césped a su rival y fijó su mirada en el espacio, en el recoveco por donde escudriño hasta vislumbrar al Quijote que aguardaba por un buen balón. Repítanse la jugada, Jader jamás volvió a mirar al suelo desde la última gambeta: su misión lo tuvo completamente enfocado y la conducción y asistencia finales fueron una inevitable consecuencia de buscar lo mejor para su equipo.
En los primeros juegos, Leo Castro y Paloma Fagiano. En el segundo masculino, Cortés. Pero siempre rondan a estos protagonistas los Vargas, los Giraldo, las Sarmiento, las Alonso, y claro, los Montero y las Sánchez cuando se les requiere, más la familia azul que protege a todas y todos sus miembros, incluyendo a los 10 que son vulnerados física y disciplinariamente. Que esta unidad nos contagie a todos y en este duelo vital de jueves nos haga regresar al país con 3 puntos que nos traigan réditos deportivos y económicos a casa, a nuestra casa azul.
El canto de gol para esta previa continental de ilusión es ‘Ceniceros’ de La Mosca: https://www.youtube.com/watch?v=Df3RW6zAC3g&ab_channel=DivagandoNet
Carlos Martínez Rojas
@ultrabogotano