Canto de gol: nevera llena

¡Para dar y convidar! Así fue el fin de semana azul del Club, los jugadores y los hinchas de Millonarios en el regreso a la competencia oficial del nuevo año. Arrancando desde muy temprano, cuando el equipo nacional Sub-20 clasificó al hexagonal final el viernes con un destacado Óscar Cortés que, desde su doblete y su picardía, se adueñó de la titular para no soltarla más. Y doce horas después iban a ser las Embajadoras quienes se harían con el subcampeonato del hexagonal en Chía, venciendo a Fortaleza y sobreponiéndose a aquella abultada derrota frente a Santa Fe de la primera fecha.

La noche del mismo sábado vería a Álvaro Montero y Andrés Llinás entre los destacados del amistoso internacional en Estados Unidos, con salvadas de infarto y sobriedad en la representación azul de los 90 minutos tricolores. Y quedaría el entremés listo para el plato fuerte: el regreso de Millonarios en la búsqueda de la estrella esquiva para Alberto Gamero frente al regente campeón. Lluvia torrencial y truenos postergarían un gran debut para Pereira y Millos en su «primera» fecha, con otra tempestad de sacrificio, actitud y planteamientos escabrosos de ambos técnicos. Y entre tanto por hablar del primer doblete de Castro, el golazo de Giraldo en su regreso al Azul, los cambios acertados del entretiempo y un debut cumplidor de Arias, quiero quedarme con el amplio panorama con el que ahora cuenta el profe para moldear sus estrategias.

Una de las críticas en sus tres años en Millonarios había sido el 4-2-3-1 que ya era bien estudiado por todos los rivales; parece, toda vez que Uribe y Luis Carlos no hicieron parte de la nómina viajera, que el samario así lo entendió y apostó igual por dos hombres volcados al ataque, con Yuber acompañando al goleador. Pero el esquema mutó dentro de la cancha a conveniencia y necesidad del equipo: ‘Leo’ jugando de volante de marca y hasta defensor cuando no tuvimos la pelota, Quiñones de falso 9 y de extremo por ambos costados, Silva de 10 pero también tirado a las bandas inundadas (de donde sale una asistencia magnífica) y ese cuarteto del medio casi con tres volantes mixtos, sembrando solamente a Larry en la defensa y rotando a Pereira, Daniel y al capitán entre las labores de marca y las intenciones ofensivas; de allí que el ex-Junior fungiera de central a extremo para clavar esa puñalada inadvertida del minuto 17, iniciando con una recuperación y una transición al ataque de Juan Carlos.

Y después del entretiempo y un mejor estado de la cancha, un esquema más familiar para el hincha pero con los mismos alternantes solidarios en el medio, y sumándole tres atacantes cuando Guerra y Yuber arremetían hacia el centro para acompañar a Leonardo, o cuando se transformó el cuadro posterior con tres centrales, dos carrileros sueltos y una contraofensiva que, de no ser por la infortunada puntería de Edgar Andrés, habría sentenciado el riesgo de un Aldair dolido e impotente. 4-1-3-2, o 4-1-4-1, o 4-1-2-1-2, o 4-2-3-1, o el final 3-2-2-2-1: las variantes que vimos y algunas de aquellas con las que el profe Gamero cuenta y podrá usar para despelucar a sus rivales ante las condiciones de cada partido; todo desde la posibilidad que le da una nevera llena (sin contar con los viajeros patriotas) y esos platillos variados que permiten soñar con un gran banquete desde la primera felicidad del año.

El canto de gol para acompañar este maravilloso fin de semana es ‘El Menú’, del Gran Combo de Puerto Rico: www.youtube.com/watch?v=ARFIwiStdTU

Carlos Martínez Rojas
@ultrabogotano