Millonarios - Medellín 2017

No fue el debut esperado

En El Campín todo era tranquilidad. Un golazo de Quiñones finalizando el primer tiempo le daba la ventaja a los azules sobre el «poderoso» de la montaña después de 30 minutos de fútbol cortado y soso. Después, los nuestros tuvieron, por lo menos, dos opciones más de aumentar el marcador.

Había empezado el segundo tiempo y Millos, con la moral en alto, mostró un muy buen juego colectivo que generó varias opciones de gol, las cuales no se aprovecharon sobre el arco de David González. Al Medellín, la altura le estaba pasando factura, era un equipo sin alma. Todo parecía tan tranquilo…

Pero vino una jugada que cambió la historia: la expulsión de Figueroa por doble amonestación. En ese momento, el DIM volvió a la vida, se llenó de confianza. Russo tenía lista la entrada de Barreto por Enzo, pero por la expulsión tuvo que mandar a Franco en su lugar.

Era diez contra once, pero teníamos la ventaja a favor. Pero el Medellín, con viento en la camiseta, aprovechó dos acciones puntuales para pasar de perdedor a ganador en un abrir y cerrar de ojos: Marrugo empató a los 72 y tres minutos después, Caicedo puso el 1-2.

Ahora era diez contra once, pero perdiendo, con la actuación estelar de tres protagonistas nuevos: la ansiedad, la impaciencia y el desespero. Millonarios intentó, corrió, buscó, siempre falló al pisar el área. Medellín se resguardó con la ventaja de la superioridad numérica y aprovechó cualquier golpe para tirar al piso a sus jugadores y consumir el reloj.

Lo que hasta el minuto 70 era un partido tranquilo que parecía la primera victoria del campeonato se convirtió, en cuestión de cinco minutos, en el primer sinsabor en casa de 2017. Sobre el final, se empezaron a escuchar las primeras notas del «Movete» del año, el desespero en la tribuna se tradujo en insultar al central ante la impotencia. Perdimos.

El próximo miércoles, ante Paranaense, buscaremos revertir este resultado para dar la primera alegría a la afición que llegó en buen número al estadio, estaba sonriente y salió triste.

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