Llegó la hora cero, Millonarios hace su debut oficial

Pasaron cuatro años largos sin Libertadores y tres sin torneos internacionales. Para un club como Millonarios, que desde que existe Azul y Blanco jugó torneo internacional los primeros cuatro años en línea -como debe ser-, tener tanto tiempo sin disputar competiciones Conmebol atenta contra su tradición y su filosofía.

Hoy, los ojos del país fútbol (los hinchas de Millos y los hinchas de los demás) se dirigen todos hacia Curitiba, la ciudad sede del Atlético Paranaense, en donde los Embajadores debutan oficialmente en 2017 enfrentando al rival brasilero en el partido de ida de la segunda fase de la Conmebol Libertadores Bridgestone.

Atrás queda la preparación de una pretemporada distinta, en la que hubo fogueo con equipos de talla continental en lugar de los habituales duelos a puerta cerrada en la sede de Equidad o en un Club privado frente a Bogotá F. C. Los partidos ante River y Barcelona dejaron ver que el equipo tiene con qué dar la pelea, sin decir que este Millos es el «dream team».

Millos debuta en una Copa Libertadores como visitante, y los azules no pierden en su debut afuera de casa desde 1962 ante Emelec. En las últimas ediciones en las que Millos inició en Libertadores como visitante derrotó al Cali (1997) y empató con Nacional (1995). En esa Copa 95 había sido la última vez que los Embajadores jugaron el primer partido del año en un certamen internacional y no en torneo local.

Las horas van pasando lentamente mientras nos vamos acercando a las 21:45 de Brasil (18:45 de Colombia). Varios centenares de hinchas azules ya están en la capital del estado de Paraná, llegaron por vía aérea y por tierra. Eran demasiados años sin un partido internacional y la emoción está contenida desde aquel duelo contra César Vallejo de la Sudamericana 2014 que terminó 2-2 en Trujillo.

Ha llegado la hora de la verdad, el debut en serio. El comienzo oficial de 2017 para Millos, contra un rival duro en el marco de un torneo duro. El equipo debe demostrar que está a la altura para pelear duro a nivel continental, para luego mostrar lo mismo a nivel local. Llegó la hora cero, ¡Vamos Millonarios!