Pasto Millonarios 2022

El día después: el ‘Jefe’ marca el inicio del camino

No podemos seguir ocultando algo que está a la vista de todos. Ningún buen jugador escapa a la óptica de un buen ojeador con los consabidos contactos en un gran equipo. Disfrutemos, en la pantalla, local o visitantes, los buenos futbolistas mientras tengamos oportunidad.

Se ganó el mote de ‘Jefe’ y me acuerdo de Javier Mascherano (cuidado: no estoy comparando). Merecido. Es el reloj de Millonarios. Tic, tac, tic, tac. El pase preciso. Corre, mete, ordena. Silencioso, trabajador incansable. Ya dejó de ser un niño de fútbol base. Es la mejor aparición de los últimos años. Respetuoso, le dice “sí, señor” al periodista de campo que lo alaba. Es el muchacho que todas quisieran presentar en la casa. Y el que recibe, al final, la banda de capitán.

Steven Vega no es una estrella fugaz: para la muestra, está en la mira de Don Reinaldo. Eso no es poca monta. No alcanzan los adjetivos para resaltarlo. Si le pegan, se soba y sigue corriendo. Todo un varón. Pase preciso. A los lados. Y cuando quiera jugar al frente, porque siempre levanta su cabeza, será el mejor de su clase. Él es la evolución del sistema, la revolución del juego. Creemos que eso es un problema, ensalzar con desmedida proporción, pero ese muchacho ya salió del molde. Es el mejor de la hornada. Un pan con agua en medio del desierto.

No es él y diez más. Parece. No es así. Es normal que un equipo con dos años de trabajo y con el mismo técnico, parafraseando a José Orlando Ascensio, le gane a otro que apenas está engrasando su sistema. Seguramente Flabio Torres conoce todos los bemoles de Pasto y Carlos Hidalgo sea un activo del equipo del volcán. ¿Alcanzó? No pudieron quitarle el balón a Millonarios los últimos 45 minutos. La expulsión condicionó los locales.

Seguramente ese penal atajado por Álvaro Montero sea su bautizo y confirmación. Atrás quedó el estrés por esos balones aéreos que nos hacían palidecer y sudar la gota gorda. Llegó un arquero notable, altísimo, que se estresa porque su calzado solo puede ser importado desde lejanas tierras y la ropa XL, la más grande, la más larga de la marca alemana con maquila en el tercer mundo, no alcanza tapar sus tobillos.

La memoria del equipo, así como la solidez del ‘Jefe’, las arengas de Macalister, el juego del nuevo 10, Bertel, otro de notablemente nivel, y todos los demás, hacen que Millonarios no gane por antonomasia sino por estilo, impronta y repetición. Ya tendremos tiempo para hablar de Herazo y Vásquez.

Anoche fue el round final de la pretemporada. Quedan 19 oportunidades para mejorar: esto no es cómo comienza, es cómo termina.

Leandro J. Melo C.
Twitter: @lejameco