El dÃa después, número 22
Darle la pelota al rival es horrible, pero eso fue parte del libreto que Millonarios interpretó anoche en el Nemesio Camacho.
Frente a Leones, y según las estadÃsticas, quienes tuvieron la mayorÃa del balón durante 90 minutos fueron ellos. Es entendible el malestar del aficionado: si bien el equipo no se puede florear y ser vistoso, queda en la retina que hubo más sufrimiento del adecuado. De igual forma, parece entenderse que cuando se le dio la responsabilidad al visitante para atacar, solo tuvo un remate directo al arco y tres desviados. Posesión sin precisión es una excusa para perder.
No todo fue malo, eso si. Queda en el ojo el buen rendimiento de Carrillo como perro de presa del medio campo; la visión de Macalister para presionar la salida y entregar buenos pases, asà como su gol dentro del área; también, es destacable la labor de Ovelar quien sin ser rápido, apura para recibir el balón desde el aire, sostenerlo y entregarlo a un compañero. Quedaron en deuda el chico Salazar (diez minutos de laguna mental, hasta el grito del banco técnico), Carlos López (30 minutos parece poco pero es una eternidad si te quieres ganar el puesto) y Ayron (impreciso en sus centros al paraguayo, lastimosamente).
Hubiera sido un problema si Millonarios, este irregular equipo, no ganaba ante el primer descendido de la Liga. “Papelón, qué vergüenza, que se vayan todos, gánense la plata†serÃan los comentarios de las redes sociales, esas que Don Miguel casi que prohÃbe a sus jugadores más jóvenes porque todavÃa no tienen el cuero curtido en esas lides. Pero también parece mal que se haya ganado sin amplitud y, otra vez al concepto, entregando el balón al rival. No hay forma posible de disfrutar la primera victoria, en más de cinco meses, en el Nemesio Camacho. Todo en este punto es insuficiente. Seguimos con respirador artificial, no se puede mentir: es un eco que resuena, idéntico al vivido en los actos protocolarios.
Próxima parada, Envigado en el Parque Estadio Sur. Partido bisagra, fundamental.
Leandro J. Melo C.
Twitter: @lejameco