El día después, número 20

El chiste, aunque evidentemente no estamos para ninguno, es que “este fin de semana de puente, haga como unos amigos, nada de copas”: cruel pero real.

Eliminados de Libertadores. Eliminados de Sudamericana. Eliminados en Copa. Eliminados otra vez.

No hay más análisis. Una vez más hemos sido apartados de todas estas competiciones y hasta que la calculadora aguante, seguimos en carrera por la Liga. Parece una quimera tener verdadero tesón para afrontar esta mala situación. Algunos dirán crisis, otros no: es cuestión de óptica, de reflejo, de mirar con el cristal adecuado esta situación. Es desgastante.

Revisando los últimos cuatro duelos contra Once Caldas, en El Campín, solo ganamos uno de esos cuatro, con tres empates. Es más complejo cuando el rival ayer, parecía, que sí metía el acelerador en serio, nos podía encajar dos o tres goles. Bastó uno solo, de penal, para que se terminara la serie finalizando el primero tiempo. No alcanzó el cabezazo del chiquitín Salazar para despejar todas las dudas. Incluso hubo condimento para pensar que habría una vuelta a la página: en siete minutos ya empatábamos la serie. En los 87 siguientes más adiciones, no pasó nada más.

Durante este semestre no hubo una verdadera respuesta en nuestra casa. El esfuerzo se pierde en esa misma locación: no ganar ante Corinthians, Independiente, Santa Fe, DIM, Equidad, etcétera, hace que todo sea más sombrío. Lo más triste de anoche, es que los hinchas no fueron groseros ni con el equipo, ni con el cuerpo técnico. Quedaron impávidos, en silencio. Duele tanto que parece no hacer más daño.

Queda una opción muy remota: si hay victoria frente al Pasto, a quien no se le gana hace 11 años (otra vez ese puerco número), ¿habría otra reconciliación? Hay cosas rotas, difíciles de recomponer. A veces, lo que está quebrado no puede armarse de nuevo. Saquen las cuatro manzanas podridas, por favor: no dejen que contaminen un camerino. Para que no se rompa, del todo.

¿Quiénes se cansan más rápido, los jugadores o el cuerpo técnico?

Leandro J. Melo C.
Twitter: @lejameco