¿Para qué sufrir?

Para un equipo acostumbrado a atacar, tal y como lo es Millonarios, defenderse no debe ser pecado ni debe satanizarse. Es parte del juego y una opción válida para desarrollar una idea, como lo hace Alexis García por ejemplo.

Equidad Seguros es quizás uno de los equipos más fáciles de leer, pero uno de los más difíciles de enfrentar. No porque su fútbol tenga variantes, sino porque su estrategia de juego se basa en cualquier clase de artimañas para evitar que el rival genere futbol ofensivo: faltas, tiradas al piso, pérdida de tiempo, más faltas…

Hoy no fue la excepción, con la diferencia que Millonarios supo resolver a partir de asociaciones, acciones a balón parado y posesión. En una jugada de pizarrón, digna de los grandes técnicos del mundo, nos fuimos adelante con un gol del gran David Mackalister Silva, que hoy se agrandó y como ya es costumbre se jugó un partido increíble al ver el uniforme asegurador. Después, con una contra impecable, nuevamente pronunciamos el grito sagrado en El Campin.

Era un partido controlado, una oportunidad para rotar el equipo y ampliar la diferencia de gol, porque llevamos a un lugar en el que Equidad se siente incómodo: cuando debe atacar. Pero ese partido redondo se vio opacado por un gol faltando 10 minutos que hizo revivir fantasmas de un pasado no muy lejano.

¿Para qué sufirir? ¿Por qué no saber cerrar los partidos? Sí al finalizar el juego Equidad se veía cerca del empate fue precisamente porque no sé logró cerrar el partido a tiempo. Y no lo digo por meter más defensas, sino por aguantar el resultado con un equipo que centre su atención en defender, ya sea en campo propio o campo rival.

Aseguramos la clasificación y ganamos, que es lo de resaltar. Pero se vienen partidos en que tendremos que tener la inteligencia de juego de saber defendernos, porque no siempre podremos ganar con holgura y suficiencia. Por ahora cumplimos con el primer objetivo de la Liga, y se vienen retos importantes para el Profesor Alberto Gamero: Copa Betplay, rotar la nómina, subir el nivel de los suplentes y no dejar caer el de los titulares, evitar triunfalismoy y excesos de confianza, estudiar muy bien a los posibles rivales de los cuadrangulares entre otros.

Se viene la recta final del torneo donde esperamos no sufrir, aunque eso sea algo casi inherente en el hincha de Millonarios. Creo en los jugadores y cuerpo técnico, trabajo nunca faltará en este equipo. Dimos un paso pero aún nos queda camino por recorrer, ese que tanto anhelamos y que nos llevará a la estrella 16. Gamero y este grupo se lo merece.

Por Andrés Rey (@andresreyhdez en Twitter)