El nuevo ejército de Miguel Ángel

Millonarios es tan grande que puede hacer que un hincha pase de la depresión y la frustración, al frenético deseo de querer verlo de nuevo con el corazón lleno de fe y esperanza; y todo eso en cuestión de días.
Hace unas semanas, el panorama no era el más alentador, esa es una verdad a gritos. Después de la tormentosa e insólita salida de Diego Cocca, y su cuestionable actuar al pedir la salida de jugadores y la llegada de otros para su proyecto del 2017, todo aquello que se había empezado a construir de nuevo se derrumbaba estrepitosamente ante los ojos incrédulos del hincha.

Impotentes vimos cómo el director técnico un día se fue de vacaciones y decidió no volver más, dejó al equipo a su suerte y se escudó en su familia (hoy no importa ya si fue o no verdad) para justificar su decisión de quedarse en el sur del continente para dirigir al celeste de Avellaneda, equipo clavado en su entraña. Las críticas, la rabia, los insultos y los señalamientos a todo y a todos no se hicieron esperar. El ambiente se enrareció, los hinchas nos peleamos entre nosotros, la prensa quiso pescar en río revuelto, la directiva fue el obvio blanco de las calientes balas y al final el único herido, en su orgullo y esencia, fue nuestro adorado escudo.

Así como en otros momentos a Enrique Camacho, Gustavo Serpa y demás señores se les ha tirado encima una tonelada de improperios, -justificados o no, hoy ese no es el tema de esta columna, pero habrá, seguro-, esta vez hubo que reconocer que se movieron rápido y bien. A rey muerto, rey puesto. Se fue Cocca, llegó Russo. Miguel Ángel, un técnico que en el papel es mucho más que el que abandonó el barco, decidió aceptar el reto embajador y dejar de lado la pausa en la que se encontraba para ponerse al frente del equipo azul. Con él, esa pequeña llama de esperanza que estaba a punto de apagarse, recibía ahora una inyección de combustible extraordinaria.

Sin embargo, y como ha sucedido en los últimos tiempos, la máquina de humo se encendió temprano y nuevamente caímos en la especulación y la lógica decepción posterior. El asunto es que de esos nombres que en su momento sonaron, muy pocos eran opciones reales para Millonarios, ya sea por costos, gusto futbolístico del comité deportivo o porque sencillamente nunca fueron contemplados por ese comité. Enero parece agosto, época de vientos y cometas donde representantes ponen a volar a sus jugadores para que los vean y que a lo mejor algún equipo termine por lo menos revisándolos.

Llegaron jugadores de nombres poco conocidos, es cierto. Son hombres que hoy no mueven el torniquete, también es verdad. Viajamos a la Florida Cup, debutamos contra River y contrario a lo que un sector pensaba, la presentación no fue para nada mala. Luego se le ganó al Barcelona, se hicieron un par de juegos más contra el mismo rival y al regresar, hubo fogueo también frente al Tuluá, y los resultados de lo que ha podido ver Russo son esperanzadores. La cosa hoy parece ir tomando forma, y con apenas una semana para el debut contra Atlético Paranaense el próximo primero de febrero, yo sí pienso que la llave se puede ganar.

Los jóvenes jugadores que llegaron tienen hambre de gloria, lo mismo que los hinchas. Los jugadores de experiencia tienen la responsabilidad de guiarlos en el campo, los hinchas de alentarlos en la tribuna sin callar. La directiva sigue moviéndose, hay dos jugadores más que quieren traer para cerrar el libro, y a pesar de estar tarde -qué digo tarde, ¡tardísimo!-, han sido coherentes con su discurso y su actuar, ese con el que muchos no comulgamos y el cual seguirá siendo blanco de críticas (ojalá objetivas e informadas), y seguramente dará mucho que discutir en la próxima asamblea de socios.

Todos somos Millonarios, todos tenemos derecho a exigir, pero también el deber de dar. Si usted es socio, ejerza su derecho de inspección, si no lo es, infórmese bien y no permita que lo que lee en redes y oye en radio lo contamine.

Puntada final:
*Ya hay sede, se estrenó contra el Tuluá.
*El promedio de edad del equipo hoy es de 25.5 años.
*Aplauso gigante y de pie para los muchachos que participaron tanto en el Pony Fútbol (tercer lugar) como en el Mundialito Tahuichi (subcampeones, mejor jugador del torneo y premio Fair Play). Tenemos futuro en la cantera.
*Van más de 6.000 abonos vendidos.
*Este semestre se juega de local contra los tres rojos: el de la montaña, el del Valle que viene de la segunda división, y el rival de patio. Además recibimos también al equipo verde de la capital antioqueña. ¿En serio creen que el estadio no se va a llenar?

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