Gamero la cancha no esta en orden

En el fútbol, no basta con ser buen tipo, este deporte te lleva al límite; saca lo mejor o lo peor de muchos, pero por sobre todas las cosas, te pone a prueba juego tras juego. Ese es el caso de Alberto Gamero, el ídolo que no encuentra respuestas a lo que pasa con su equipo.

Errar es de humanos, – todos lo hacemos – el problema radica cuando no se hace autocrítica, cuando te conformas con una parte de la historia (las opciones de gol creadas), pero te olvidas de la enfermedad de base (medio campo y defensa). Ahí esta el verdadero lío de este capítulo llamado Gamero D.T. de Millonarios.

Las 21 fechas de invicto (incluyendo la Liguilla de eliminados), maquillaron muchos errores colectivos e individuales en el equipo de Gamero. El hecho de contar con un plantel corto y joven, excusaba de muchos errores al profesor, e ilusionaba con un andar mucho más tranquilo en este 2021; porque además se sumaban Fernando Uribe y Fredy Guarín.

El tema con Gamero no radica en su idea de juego, el problema esta en la escogencia del plantel profesional y la aceptación del mismo para competir por un título. Sabemos que Millos no tiene un plantel con muchos integrantes de las fuerzas básicas por convicción, ellos están ahí, acelerando su proceso; gracias a la mezquindad y falta de gestión por parte de quienes administran a la institución.

En ese juego de responsabilidades, empiezan a pagar justos por pecadores. Abadía, con apenas 10 partidos en el profesionalismo ya tiene detractores. Breiner Paz constantemente es cuestionado por un sector de la hinchada. El efecto domino puede seguir su curso y tocar a más jugadores; quienes seguramente al no tener respaldo del club (como suele suceder), pueden terminar en una linda promesa sin final feliz para Millonarios.

Gamero es el principal responsable

Gamero es responsable no solo del andar deportivo del equipo; él como cabeza de grupo, debe tener la capacidad para conducir y orientar a los jugadores que vienen del fútbol base. Esa es la responsabilidad que adquirió, más allá de conseguir títulos; el profesor debe encontrar las formas para animar a quienes han bajado su nivel.

Gamero ha sorprendido con cambios inexplicables, el más reciente, por ejemplo, poner a Stiven Vega como lateral por izquierda; antes nos había sorprendido (de mala manera) con Kliver Moreno en un papel por momentos como extremo y en otros como segunda punta; Breiner Paz, (ante la aceptación del plantel por parte del D.T.) es usado como central por izquierda y no se siente cómodo.

Silva parece haber recibido una herencia del profe en la línea de cal de oriental. De allí sale de vez en cuando, para visitar a sus compañeros en otras zonas del campo de juego. Puso a debutar a Guarín con cerca de 12 kg de sobrepeso y lo expuso, sus decisiones dejan un manto de dudas en el hincha de Millonarios.

Gamero tiene las capacidades para gestionar el plantel albiazul, puede llevarlo al grupo de los ocho clasificados y a partir de ahí renacer como estratega. Lo que aceptó dirigir alcanza para pelear en esta parte del torneo y esperar que se haga el milagro en las finales.

Por Jeisson Cárdenas
@jeissoncardg