Millonarios Copa Libertadores

El momento de creer y trabajar por La Gran Conquista empieza hoy

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Hace un par de meses escribía que iniciaba el 2023, hoy escribo porque ya en este mes hemos recorrido la cuarta parte del año, y con ello ya vamos en la mitad del torneo de fútbol profesional colombiano. A esta altura el Equipo Masculino ha sumado, restado, trabajado, entrenado, viajado, soñado y por supuesto jugado.

La semana pasada fue bastante movida para Millonarios, y me sirve para charlar sobre lo que ha pasado y lo que se avista en el futuro más inmediato. Empiezo por el clásico capitalino, y empiezo desde allí porque aunque un sector de la hinchada está tranquilo por los números hasta hoy, a mí no me termina de encajar el juego del equipo de Gamero en 2023, pero ese día una luz se encendía en este andar. Me mantiene atenta que el vacío de los extremos es muy notorio en creación de juego y en la idea que venía trabajando Gamero en 2021 y 2022. Sin embargo este día, ese vacío parecía que por fin se había llenado, puesto que el equipo jugó para Cataño que creaba el revulsivo tan sonado en estos tiempos futboleros y Mackallister sentenciaba los errores del arquero Silva con cánticos de gol. Pensé que la solución había llegado. 

Luego vino la noche en Ibagué. 25 minutos iniciales que mantuvieron la ilusión de que Millonarios había encontrado la forma, y quise creer que íbamos a romper la mala racha de no ganar en esa plaza, pero eso se disolvió en los siguientes minutos y me llenaron de preocupación. Hablando de lo futbolístico (porque la persecución de parte de la administración ibaguereña al jugador 10 de Millonarios, me haría escribir una columna aparte; por eso hoy sólo voy a decir que arropamos a Cataño y lo acompañamos), ante la falta de delanteros y como acto totalmente extraño para los seguidores del Millonarios reciente, Gamero anuló toda creación y apostó por la defensa. Esa apuesta nos cobró 2 puntos, cuando Herazo, ex Millonarios, selló el silencio con ese gol de tiro libre, y alzó de nuevo a viva voz las preguntas ¿por qué en Millonarios él no cobraba así? ¿Por qué el Millonarios del profe Gamero no cobra así los tiros libres nunca?. Y entonces se me cayó la idea que por fin habíamos encontrado ese cómo.

Pero entonces, llegó este fin de semana, y el equipo que saltó a la cancha ante Bucaramanga trajo ese resultado balsámico a punta de corazón y garra, apelando de nuevo al uso de extremos. A mí me hizo pensar que hay forma de mantener el estilo de juego aunque sigamos sin definir quienes pueden liderar esta posición. Si hay corazón, hay forma. Ya jugamos bonito y fuimos el equipo que mejor juega al fútbol en Colombia, eso se tradujo “solamente” en un título de Copa, título que nos abrió las puertas de Libertadores, que nos cerramos nosotros con la impávida reacción que tuvimos ante el juego rápido y hacia el frente que es lo común en Brasil. Es ese mismo título de Copa, que nos tiene ahora con la posibilidad de medirnos en la Copa Suramericana, con 3 rivales más cercanos a lo que es la historia reciente de Millonarios, pero que otra vez y por esa misma historia nos llevan una trayectoria en torneos internacionales de la que nosotros sólo podemos tener recuerdos en blanco y negro. 

A hoy, nuestras ventajas: la altura, el juego ordenado y de toque que puede abrir espacios y generar fútbol. Nuestro pecado: no tener recursos para explotar diagonales, bandas o pelota quieta. Son parejos los partidos que se avecinan. Y en donde creo que toca apretar las tuercas es en que el equipo completo se lo CREA. Como ese gol que ya no servía de nada para Millonarios, pero que como el killer que es F. Uribe convirtió ante Mineiro. Necesito dejar de ver que Leo Castro y Uribe orbitan como satélites solitarios en la punta del equipo, que Jader Valencia además de desestabilizar al rival llevándose la marca y con la dinámica que le pone de correrlo todo, vea el arco después de hacer todo y marque, ¡MARCA EL GOL JADER!. Que Mackallister deje de hacer la jugada de más, y le pegué al arco como en el clásico citado aquí. Que Cataño deje de pelearse los espacios con Macka, y pueda ir por el centro donde mejor se le ha visto para crear efectivamente en el área rival. Y que a Steven Vega le alcance para jugar con Juan Pablo Vargas, porque nos dan recuperación y salidas rápidas, es la comunión que a mí más me hace soñar dentro del campo. Y que por favor dejemos de jugar para Dani Ruiz y Andrés Gómez que ya no están… ese es el tema pendiente y central en estas líneas. Hay que jugar para los que están, quienes hicieron que el equipo ante Santa Fe y Bucaramanga creciera. 

Y finalmente si no lo digo, no tendría mi sello esta columna, hoy de nuevo vamos a CREER. Hubo un anuncio anoche acerca de las barras organizadas que hay una disposición de cantar A Una Sola Voz y yo me ilusiono y CREO en que se puede lograr; en que por fin todo el Campín va a resonar y que eso nos hará también más poderosos ante un rival como es Defensa y Justicia esta noche. Porque ese vínculo hinchada y equipo puede remarla hasta conseguir que este camino sea, y JUNTOS CREER. Lo que más pido esta vez es que Gamero se la CREA. ¡VAMOS POR ESA INSIGNIA CONTINENTAL! 

Por Nathalia Martínez (@natawillow en Twitter)