El día después: si fuéramos una película
La noche nos abrigó en el temor porque en el día, de premios Óscar y recordatorios por el día del periodista (no sabemos si es del ex futbolista, economista, abogado), Jaraguay fue un sitio donde se filmó una película llena de malestar y dolor. La última vez que nos encajaron cuatro goles fue en un clásico capitalino de 2019: el terror. Si el primer tiempo invitó a soñar, luego del gol de Macalister, celebrado con trote lento señalando una pintada de muro que invitaba a celebrar el fútbol en paz, la segunda mitad fue un guion terrorífico marcado por un equipo cansado, abatido, sin respuesta.
Si Millonarios fuera una película, sería un plano secuencia de 11 largos partidos sin ganar, toda ella filmada por Sam Mendes.
Mientras que los directivos del fútbol bajaron dos cupos en los suplentes, Gamero pierde uno más: sus cambios casi no llegan y si decide algo, llega en el minuto 90 más adición. Contra Pasto solo movió dos veces sus fichas: ayer fue igual. En Jaguares, Pablo Bueno ingresó por el ariete Romero y la mandó guardar en la primera que tuvo: suerte o no, un suplente ayudó a resolver el encuentro. Y así pasó de forma sucesiva tres veces en el segundo tiempo: cuando Millonarios se vio sin respuesta física y anímica, no atacar más fue la mejor opción.
La indignación general es altísima: al ritmo del estribillo “que se vayan todos / que no quede uno solo” la nómina viajera se despidió de Montería. Juan Cruz Real, ex jugador azul, no tuvo una varita mágica para ganarle a Millonarios: simplemente le pidió a sus dirigidos presionar, asfixiar, agotar el rival y ganó la partida con amplia y merecida diferencia. Si no es por dos intervenciones de Faríñez, comprometido en un gol, nos comemos una goleada.
Se me ocurre otro título de película para este equipo: “Bombshell” o “El escándalo”. La transformación prostética de Charlize Theron y Nicole Kidman para denunciar el acoso sexual que un director de medio de comunicación (encarnado por John Lithgow) ejerció sobre mujeres lindas y, sobre todo, talentosas, fue premiada en su categoría, mejor maquillaje y peluquería.
Parecemos un equipo de escándalo lleno de pañete estético color rosado.
Igualamos el récord de Óscar Cortés en 2004. Gamero no ajustaba cuatro goles desde octubre de 2018, en derrota 4-3 ante Junior en Barranquilla. La nómina no tiene rotación y juega, casi la misma, desde la noche blanquiazul en Lima. Regalamos un cambio. Hay cansancio. Y Wilmar Roldán pitó de forma excepcional. ¡Ay, dolor!
Adenda: saludos, 3antS Development & Strategies SL. Malparidos.
Próxima parada: Chicó necesita ganar para escaparle al descenso y nosotros también para espantar nuestros fantasmas.
Leandro J. Melo C.
Twitter: @lejameco