El día después, número 9
Ha sido una semana difícil para hinchas de otros equipos colombianos. Eliminados en copas internacionales o nacionales, hemos visto reflejados en las redes sociales el malestar por el rendimiento de escuadras que, bien armadas o no, son nuestros rivales directos. Hoy Millonarios está vivo en las tres competencias que tiene y eso es suficiente argumento para henchir el pecho. Estamos viviendo los gozosos, estamos chochos de felicidad pero vamos por más.
Hugo Gottardi no desentonó en su nómina alternativa reemplazando a su amigo, Don Miguel Ángel, ya que se encuentra en Buenos Aires en chequeos médicos de rutina. Una nómina que tuvo la estructura defensiva intacta, el medio campo ofensivo y su nueve de área en racha. Los dos extremos que alineó, Óscar Barreto y Elíser Quiñonez, fueron los que sorprendieron en su alineación titular. Bastaron menos de 25 minutos para liquidar la serie contra Chicó: remate del ‘Búfalo’ Ovelar en el borde el área y otro de César Carrillo para batir el arquero local.
Párrafo aparte para la gran figura de la noche, Macalister Silva. A veces criticado por no entregar el balón en el momento adecuado y con lujos que, a veces, parecen sobrar, ayer se echó el equipo al hombro, demostrando que de sus pies, y especialmente de su velocidad mental, brota magia pura. Tuvimos sueños con esa precisión mostrada, sobre todo en el primer gol, porque debe ser común entregarle el balón al nueve de área con mejor proyección al arco. Es diferente cuando Ayron del Valle, con merecido descanso, es el delantero: es necesario que él se mueva mucho más delante del balón. Ojalá el bogotano no tenga una lesión mayúscula en su pierna izquierda.
También hay comentarios por la inclusión de Barreto y Quiñonez: el primero fue el que más perdió balones en el primer tiempo (a pesar de la diagonal que permitió el desmarque del paraguayo en el primer gol) y el segundo jugador se le reclama por una mayor cantidad de testosterona en fase ofensiva y defensiva. Es necesario señalar que el nacido en Magüí Payán fue el que más balones perdió durante todo el partido y eso genera resistencia con muchos aficionados.
Tenemos, como hinchas, el derecho de pedirle a cualquier jugador, como los últimos dos, que cuando no hay suficiente técnica, debe prevalecer el corazón y las ganas de salir adelante. El hincha de Millonarios no perdona la falta de corazón, porque acá, en este equipo, en cualquier partido, en cualquier cancha, se debe dejar hasta la última gota de sudor. Y todo esto sin necesidad de profesar racismo desde una tribuna, aludiendo a mandarlo a “comer chontaduro” o insultándolo hasta el hartazgo: no queda bien que insistamos con cualquier forma de discriminación, algo que no pasa en contra de Barreto. Ellos no están bien, se señala y ya está. Queda en el cuerpo técnico saber por qué son alineados siendo de los que más bajo nivel tienen dentro del equipo: esos son los extraños misterios de la dirección técnica de un equipo de fútbol.
Estamos vivos en los tres torneos. Podemos pavonearnos de esta situación contra cualquier equipo colombiano. Nos podemos dar el lujo de poner a los suplentes más suplentes (Janeiler Rivas y el joven Stiven Vega) y van a entrar de igual forma que el futbolista titular. Hay una luna de miel constante sostenida con resultados: Ovelar es el único jugador que marca en las cuatro competencias de 2018 (Super Liga, Liga, Copa y Sudamericana) y Ayron entró al top 20 de goleadores históricos de Millonarios. En los últimos seis partidos, vamos cuatro ganados y dos empatados, sin derrotas y de esos partidos, cinco con el arco en ceros, con saldo de 10 goles a favor.
Solo con dos jugadores en bajo nivel, ¿ellos son la excusa para no asistir al estadio?
Próxima parada, Nemesio Camacho contra Rionegro Águilas, el próximo sábado. “Sigue ganando, Millos sigue ganando, sigue ganando que me vas a enloquecer”.
Leandro J. Melo C.
Twitter: @lejameco