Envigado Millonarios 2018

El día después, número 23

El bolero de Leonardo Favio dice, en su estribillo más conocido, “y llovía / y llovíaâ€: Medellín y Envigado sufrían las consecuencias la lluvia inclemente, en un fin de semana pasado por bastante agua en el departamento de Antioquia. ¿La cancha del Parque Estadio Sur aguantaría 90 minutos?

En la confección de la nómina, regresaron los extremos de experiencia: Don Miguel recordaba en alguna conferencia de prensa, que era necesario rotar los extremos defensivos por el desgaste que implica su juego por las bandas. Nadie está condenando a Román o Bertel porque Banguero o Palacios sean titulares. Al contrario, el cuerpo técnico habla con ellos de forma frecuente y los invita a ser mejores; hablan de no sentirse culpables por perder o empatar, sino que les piden que mentalmente sean más fuertes que el resto. Filosofía Russo como adoctrinamiento general.

Respecto de jóvenes, Envigado es una de las nóminas más noveles del país. Definida institucionalmente como “cantera de héroesâ€, esos muchachitos ayer complicaron, desde el juego, a Millonarios sobre todo en el medio campo. Rotaron el balón de forma extensa, aprovechando el ancho de la cancha, sin inquietar a Wuilker. Si algo corrigieron los embajadores, desde el partido con Leones, fue no entregar el balón al rival: con poco nos podían hacer daño.

Intentando por la mitad del campo, ya en el segundo tiempo, Ayron se inventó una falta al borde el área cuando más apretaban lo azules. La tomó con su pierna derecha e intentó, como lo hizo con Leones, un remate que pasó cerquita de la barrera. Golazo del ariete, que ya lleva 44 goles con Millonarios y que volvió a convertirle a este rival en un año. De la nómina titular, el primer retoque vino en el segundo tiempo, cuando faltaban 20 minutos para terminar: Carrillo ingresó por Rojas y esto le dio más agresividad a Millonarios para aguantar la ventaja. Luego de eso, Envigado se sumó al ataque pero sin verdadero peligro.

Faríñez, cuando faltaban 10 minutos para terminar, lanzó un balón a la mitad del campo para que Ovelar, aguantando como pivote, se la entregara a Hauche y fuera a definir solo frente al arquero. La pelota voló e hizo un extraño: dentro del área, el guardameta levantó de más su pierna derecha y le cometió falta al argentino, de buen partido (bienvenido de vuelta, Demonio). Cadavid la pidió, convirtió el gol y lo dedicó a su familia con bastante emoción. Pero esto no terminaría de forma tranquila: faltando tres minutos, los locales descontaron y casi que pasamos angustias, esas que no parecían reales con el segundo gol.

La victoria es fundamental por varias razones. La primera y más importante, es que Millonarios lleva tres partidos consecutivos con victoria. Otra razón, es la posición en la tabla: esperando resultados, porque hay que ver los demás, estamos a un punto del octavo puesto. Como lo informó Juan Sebastián Gómez, solo Tolima le había convertido más de un gol a Envigado. Además, entre Cadavid y Ayron llevan 10 goles este semestre, llegando a buena racha antes de un descanso necesario para una nómina agobiada no solo por los resultados, sino por la pausa necesaria. Como curiosidad: se repitió el marcador del 22 de abril del año pasado, goles de Duvier Riascos y, cuándo no, Ayron; descontó Camilo Velásquez.

Ellos estarán un día sin entrenamiento: cuerpo técnico y jugadores deben recargarse de energía al lado de sus familias, el soporte indicado para seguir adelante. Quedan tres partidos, tres finales, para seguir por la senda de la victoria, esa que nos permite soñar con el ingreso a las fases finales: esa ilusión que hace tres semanas estaba bastante embolatada.

Próxima parada: el líder y vigente campeón, Deportes Tolima, nos visita en El Campín. Sean 7.000 o 30.000, apliquemos la frase de Diego Simeone: “el que no crea que podemos ganar, que no venga a la canchaâ€.

Leandro J. Melo C.
Twitter: @lejameco