Bucaramanga Millonarios 2018

El día después, número 16

Ha terminado el septiembre más ilusionante de la historia reciente de Millonarios. Partidos cada tres días para alegría de la hinchada, que hizo grandes expectativas al jugar tres torneos y tener un plantel que invita, en presente, para soñar con alcanzar más éxitos deportivos. Hoy, que terminan esos treinta días, parece que nos equivocamos a la luz de los resultados.

En liga, como locales, tres empates; como visitantes, una victoria y dos derrotas. En Copa y como locales, un empate; como visitantes, el mismo saldo, con clasificación a semifinales por penales. La Sudamericana, en octubre, queda para el final del escrito.

Parece mucho trecho en menos de tres meses pero es lo que hay y no tenemos vuelta de hoja. A pesar de la derrota ante Atlético Bucaramanga (el ‘Gavilán’ Gómez, panameño, fue el gran artífice de la victoria de los locales), Millonarios sigue matemáticamente vivo para ingresar a los ocho clasificados. Se generaron más opciones de gol, más remates, pero hay preguntas para resolver. La primera: teniendo a Domínguez en buen momento, ¿por qué Carrillo, que tiene mejor pegada fuera del área, fue el volante seis? Stiven Vega, sacrificado en el medio campo y jugando condicionado por su tarjeta amarilla, ¿es el indicado para sacar limpio el balón desde el fondo? Ambos equipos llegaron tres veces y convirtieron igual cantidad de goles, nada más. ¿Es Elíser la solución por el sector izquierdo y Barreto fue flor de un día? Preguntas que quedan en el aire.

Jugar cada tres días sin descanso le está pasando factura a Millonarios. Así como se han perdido y recuperado jugadores con sendas lesiones (el equipo juega diferente cada vez que Ovelar ingresa al terreno de juego, como pivote, incluida una opción dilapidada debajo del arco), no hay respuesta a nivel de resultados por parte de la plantilla. Sería descarado indicar que no vamos a llegar a los ocho porque mientras haya matemática disponible, no será así. Pero ojo: no ganamos de local y no tenemos una racha de, por lo menos, dos partidos ganados de forma consecutiva, mencionando que hay otras formas para buscar el arco rival, como generar faltas al borde el área o disparar desde fuera del área. Es un presente difícil.

El partido del martes de Copa Sudamericana es un partido de real necesidad, iniciando octubre. No solo por el hecho de ser clásico capitalino, en torneo internacional: es porque el trasegar del equipo embajador no es el adecuado y necesitamos, al menos, un partido de comunión con la hinchada, que asistirá en masa al Nemesio. Atrás deben quedar todas las dudas, malos planteamientos y bajo nivel del equipo. Y si eso persiste, no se perdonará la falta de corazón y que no haya ganas sintiendo con amor la camiseta. Estamos comprometidos para cantar a una sola voz: suficientes mensajes hemos tenido por parte de los jugadores en sus redes sociales. No tengan duda: la hinchada responderá.

Solo hay una oportunidad para revertir esta situación y no podemos fallar: hinchada y jugadores unidos en una sola oración, jugando el mismo partido.

Próxima parada; Independiente Santa Fe, en el Nemesio Camacho, por Copa Sudamericana; será un gran partido.

Leandro J. Melo C.
Twitter: @lejameco