El día después: la elección del camino

No todas las personas tienen la sensibilidad adecuada para recibir los mensajes que envía la vida. Durante mucho tiempo, somos capaces de batallar contra lo que nos destruye y creemos que nos hace bien. En ese tránsito, equivocamos las maneras, damos tumbos, vueltas. Al final, si tenemos la suficiente sapiencia, encontramos la ruta de regreso.

Esta semana Jair Palacios volvió a nuestra vida embajadora. Doble campeón con Millonarios y ex jugador de la casa, habló con el colega Gianmarco Sotelo sobre su adicción a la noche, el alcohol y la droga. Perdió la carrera por la titularidad en pleno pico de rendimiento y fue licenciado del equipo sin mayores comentarios en el acta de junta directiva. En la interna del grupo, esa que nos encanta saber siempre, sus compañeros y jefes directos fueron más que simples observadores: lo aconsejaron y le rogaron que volviera en sí. Hizo oídos sordos, vista ciega y tuvo que irse. Ahora que él contó su verdad, hemos entendido qué tipo de avenida tomó para su vida.

Más atrás en el tiempo y casi con la misma línea de repetición, es necesario que vuelva al presente Freddy Guarín. Lo que alguna vez amó, soñó, anheló, eso de ponerse la vestidura azul, pudo lograrse, pero se disfrutó muy poco. Vimos en él, mediante un vídeo que todavía cala en la profundidad de nuestra alma, cómo actúa la ira, la rabia y el dolor. En un caso casi similar al anterior, habló con la estación de radio de la misma empresa que maneja Azul y Blanco. Fue una charla dolorosa y compleja, porque el pasado de él, que contiene hasta una Champions League, se escuchó lejano y primoroso.

Ambos, ‘Cuchilla’ y ‘Guaro’, son ejemplos para ambientar este clásico que acaba de pasar, con saldo de tablas en el ajedrez del campo de juego y el marcador final. Nosotros venimos de la resaca de Copa: ellos son los líderes del torneo. Luego de equivocar el camino en los primeros 45 minutos, nos acordamos en la segunda parte del encuentro que debíamos ir por el partido. No es que se nos olvidara hacer la tarea: es que errar el trayecto, como fue el caso de Luis Carlos Ruiz al patear ese penal, hizo que la obra quedara incompleta. Esos dos ex jugadores azules nos ilustran en las maneras del futuro inmediato: hemos elegido empezar el cuadrangular con una pizca de desatención para que, al final y si todo sale bien, podamos tener la recompensa soñada. Ellos dos hoy cuentan una historia de vida personal que tiene aires de victoria y revancha. Nosotros sabemos que ahora nos va a costar el doble de esfuerzo llegar hasta la final: esa será nuestra conquista, nuestro desquite.

Saber resistir los huecos que trae el camino de la vida, es un arte. Millonarios ayer eligió ejecutar los primeros movimientos del cuadrangular con una dificultad tan inusitada, como conocida. Ahora que necesitamos regresar al sendero, es obligatorio tener un guía adecuado para llegar hacia lo más anhelado. Ese preceptor se llama Alberto Gamero.

Leandro Melo
@lejameco