Millonarios Medellín 2022

Desgaste emocional

Ser hincha de Millonarios es un desgaste emocional bravísimo. Y, lastimosamente, se ha vuelto algo cíclico, es una montaña rusa de emociones tan variables, tan impredecibles, que pasa de picos muy altos de alegría y optimismo a bajones (la palabra de moda) de tristeza, desesperación e incredulidad. 

Hace tan solo 3 días escribía una columna con toda la fe del mundo, creyendo que nos levantariamos con una victoria contra el DIM. Pero hoy esa fe está destruida, se perdió y no sé si retorne. Ojalá que sí, que el tiempo se encargue de ello.

Los contrastes: esas emociones tan impredecibles las genera un equipo tan predecible como Millonarios. El equipo de Gamero es de fácil lectura, sus soluciones ofensivas son sencillas de descifrar por los rivales y las podemos enumerar: cambiar de banda a los extremos, Maca de 5 y sumar a alguien ofensivo, meter dos puntas… Son variantes calcadas de hace varios partidos. Pero bueno, esto ustedes ya lo sabían (y los rivales también).

¿Qué esperar para el domingo contra Alianza Petrolera? Peor aún: ¿Qué esperar de la final de Copa donde vamos un gol abajo? No sé qué pensar, pero el fútbol, la confianza, el amor propio y la rebeldía no están. De aquel equipo que hizo 27 puntos de 36 posibles queda tan solo el recuerdo, en la cancha parecen otros jugadores completamente diferentes. 

El fantasma de la eliminación y del papelón están ahí, y los que nos quieren ver caer están como la carroña, esperando para hacer su fiesta a costa de nuestra frustración. Tenemos una última bala, ojalá no la desaprovechemos.

Por Andrés Rey

Twitter: @andresreyhdez