Millonarios Finalización 2022

Con Cabeza Fría: el cómic

Iniciamos semana, semestre y seguramente la última oportunidad de varios miembros de este club para alcanzar un objetivo que ha sido esquivo por cuatro temporadas de esta historia llamada Millonarios y Gamero. Sin embargo, la lógica de muchos hinchas como yo indica que pensamos que unos tantos deben despedirse del equipo si la estrella no se obtiene, así no seamos los favoritos (y no quiero que lo seamos, para qué seguir con victorias morales que se suelen convertir en pesos extra en la espalda de los consentidos). Pero la realidad tangible y comprobable de la proyección azul es otra.

Alberto Gamero es un gran técnico y la mayoría no tenemos dudas de ello. Un superhéroe capaz de increíbles hazañas, como esos personajes de pantallas grandes y chicas, aunque con todas sus debilidades inherentes a ellos. El samario es todo un Iron Man, hábil, frentero e inteligente. Pero con un rastro de metralla en el corazón, lapidario e inamovible, llamado plan quinquenal. En todos los semestres en donde se habla de objetivos locales nunca se digitó la palabra «campeón».  En su lugar, se menciona «llegar a al menos una final» y desde allí se diseñó un derrotero al que nunca habríamos querido como base de nuestro escudo. «Ganar o perder ya es otra discusión, lo importante es llegar», es la consigna de una dirigencia digna de ser comparada con la Media Maratón de Bogotá y el grueso de sus corredores: inscribirse, romper marcas, correr mucho, tener buenos números, y lograr un rótulo de ‘participante’. Nunca ganar, ni hay con qué ni interesa. 

El profe es un Superman fuerte y único formando jugadores y guerreando ligas con las uñas, convirtiéndose en «candidatazo al título» por el fútbol que profesa; pero todo un Clark Kent con Enrique Camacho y Gustavo Serpa, conformándose con las columnas que le obligan a escribir y sin musitar ‘pero’ alguno, porque ya había sido advertido que acá sería a ese precio y su amor por Millonarios lo lleva siempre a aceptar y seguir apostándole a trabajar en soledad y batallar sólo con los recursos que le den.

Todos los personajes de la Liga arrancaremos de cero (exceptuando reclasificación, que ya nos ve alejados del siempre fuerte Tolima) y Millonarios pinta a reescribir la misma historieta, tratando de fortalecer un proceso y un estilo con sólo remplazos -NO refuerzos- y los mismos compañeros eliminados en casa hace tres semanas. Y seamos honestos, queremos mucho a Alberto pero debemos ser conscientes de lo que hay y nos espera: un alter ego de Batman, en el que tienes todas las capacidades físicas, profesionales y mentales, pero sin fondos ilimitados para solventar su pelea contra 19 enemigos. Siete, siendo realistas, porque clasificar a cuadrangulares no debería ser problema; la verdadera batalla es cuando tus némesis tienen soldados de respaldo y recursos y tú, solamente tu espíritu.

No todo es culpa del profe, es claro. Pero en este incierto 2022-2 sí debería tener gallardía, amor propio y dar un paso al costado si no le cumplen y no es campeón. Es desgastante amar tanto un club y querer salvar al mundo, cuando los enemigos internos y externos te rebasan, cuando tus superpoderes no dan para que un socio crea en ti y te dé más herramientas, o cuando los amigos a tu lado no te dan la talla y son y se dejan derrotar. Él también merece respeto desde los demás, pero desde sí mismo igual. Decir ‘NO’ también es de héroes.

Carlos Martínez Rojas
@ultrabogotano