Christian Vargas

Carta abierta a Christian Vargas

Estimado Christian:

Es de humanos equivocarse. Es de sabios saber pedir perdón. Las líneas que vienen a continuación reflejarán, seguro, el sentimiento de muchos hinchas de Millonarios en todos los rincones del Mundo Millos que se identificarán conmigo.

Yo fui uno de los primeros indignados cuando se anunció su llegada a Millonarios. Veía y veía una foto en la que posaba con su familia y le agradecía a Nacional, la barra brava y sus líderes. No podía creerlo. Pensaba que no había un sentido de pertenencia de venir aquí, a esta casa azul y blanca que ama a Millonarios y detesta a Nacional. Critiqué mucho su contratación y así me mantuve durante todo el año pasado. Fui, soy y seré Juanitobeliever porque a Moreno lo he visto tapar desde hace cuatro años y siempre soñé con verlo en la profesional.

Ahora, casi un año después de ese momento, debo decir es de admirar su profesionalismo, su vehemencia, su constancia, y por supuesto, sus atajadas. Su tocayo Bonilla se comió un gol en un clásico y salió de acá corriendo. En cambio, usted aguantó, aceptó ser el suplente de Moreno cuando le tocó y hasta lo ayudó a crecer. Han sido varias las ocasiones en las que Juanito ha manifestado la importancia de su compañía en su proceso de crecimiento como profesional. Y cuando le llegó la oportunidad, asumió de nuevo la titular del equipo y ha sido pieza fundamental en esta campaña que nos tiene en la gran final.

Yo me equivoqué por emitir un juicio a destiempo. Ahora es momento de los agradecimientos: no solamente por apoyar a Juanito, sino por todas y cada una de esas atajadas magistrales que han contribuido a ganar partidos, sumar puntos y ganar fases. Es imposible hablar de «Millonarios en la final» o «Millonarios líder de la reclasificación» sin mencionar el nombre de Christian Vargas. Cada una de esas voladas han sido fundamentales para que hoy, la mejor hinchada de Colombia, esté llena de felicidad y sumergida en la ilusión por una nueva estrella.

Es de humanos equivocarse. Es de sabios saber pedir perdón. No sé que vaya a pasar en la final porque finalmente esto es fútbol. Lo que si sé es que quiero que continúe con Millonarios y que le agradezco de todo corazón por todas las veces que, vistiendo una casaca morada, amarilla o blanca, supo defender este escudo tan sagrado para nosotros. Hoy estamos en una final, y gran parte de este recorrido exitoso tiene su nombre. De verdad, muchas gracias por ese profesionalismo en silencio. Usted supo callar, aguantar, trabajar y demostrar. Hoy toda la hinchada azul está agradecida.

Cordialmente,

Gabriel Jiménez
Twitter: @elmechu