Canto de gol: una piedra al fútbol

Llegó el meridiano del campeonato. Diez fechas jugadas, 50% de los puntos obtenidos, cuatro derrotas con rivales importantes y directos, un derbi aplastante en contra -así no lo fuera en el marcador- y una eliminación vergonzosa de Copa Sudamericana son termómetro suficiente para entender que este cuerpo técnico no es capaz con este Millonarios.

Me encantaría hablar solamente de las Embajadoras, de un nuevo triunfo en Barranquilla y del pundonor que ellas sí tienen, a diferencia de la aberrante actitud de los hombres el sábado. Pero tampoco fue nuestro partido y nos empataron de forma inexplicable, sumado a que la gente no ve a las mujeres y asimismo no leen cuando de ellas se trata. Ganen, empaten o pierdan.

Antes que nada, marquemos (otra vez) un precedente. Nuevamente una piedra rompió el bus del equipo masculino, y las redes del equipo callaron. Y Win Sports calló. Entonces, antes de hablar del fútbol que sirva también este espacio para no callar y sí insistir en la mediocridad de la Policía Nacional y su culpabilidad, además de los maleantes con camiseta de Santa Fe y los estúpidos con camiseta de Millonarios que proponen venganzas violentas mañana. 

Pero tampoco es correcto callarse ante la actuación infame de Millonarios en el clásico capitalino. Porque lo que mostró el Embajador en el Campín fue una piedra al fútbol. Un invento de Charrupí en la formación, una invisibilidad de Córdoba en la grama, una imbecilidad reiterada de Pereira y unos jugadores sin sangre son reflejo de un mal planteamiento. Y el responsable y el elector de todo esto es David González y su cuerpo técnico.

¡Cómo pretendían que un pelado debutante como Sebastián Mosquera resolviera una noche de terror! ¡Cómo Alexander Becerra justifica la escogencia de Juan Carlos Pereira a pesar de su suspensión, como si fuera el mismísimo e imprescindible Montero! ¡Qué tiene en la cabeza González para ser incapaz de entender que a Leo Castro no me lo puedes sentar jamás! Los jugadores son los héroes o villanos con sus decisiones en el césped, pero el DT y sus ayudantes son los que dirigen la orquesta. Y ésta es una tan desafinada que haría sangrar cualquier oído.

Hoy saldrá en la tarde una nueva lista de convocados para un nuevo clásico bogotano, pero el partido y el resultado no importarán para mí. El sábado una piedra rompiendo el bus azul dio inicio al derbi contra Santa Fe. Y en los 100 minutos en el Campín Millonarios fue una piedra al fútbol, con un equipo sin alma salvo cuatro actores y un González que cuenta con una dirección técnica proporcional a su participación en el partido del sábado y en el de mañana: invisible e indefendible.

Cuando empezó 2025 mi primera columna fue sobre esperar el trabajo de David González. La espera fue suficiente y el DT ya ha hablado dentro y fuera de las canchas. Ni nosotros ni sus jugadores le creemos más.

El canto de gol para acompañar esta columna es ‘Excuse me, Mr.’ de la banda californiana No Doubt:

Carlos Martínez Rojas
@ultrabogotano