Canto de gol: todo tiene su final
«El desgaste es tanto que yo ya no sé ni qué siento, lo único que deseo es que el semestre se termine tan rápido como se pueda y pase lo que tenga que pasar, es insostenible esto». Todo tiene su final.
El desahogo es de Natalia, una hincha que al igual que muchos de nosotros usó sus redes sociales para soltar la frustración de una nueva caÃda. Su trino en Twitter X resumió a la perfección el estupor con el que terminamos los últimos 15 minutos de la derrota de anoche. Y la semana de mierda. Y el doble «liderato» en las dos competencias del equipo masculino, en la cola con 3 puntos.
Quedaban 15 minutos, 10 reglamentarios y 5 de adición. Y no querÃamos más. No querÃamos más intentos de centros contra una defensa llena de aire en la camiseta y chichones en las cabezas. Porque ni Gamero ni los jugadores entendieron que contra Bucaramanga el camino no era el de tirar y tirar balones bombeados al área. La suerte del supercampeón terminó. Nada dura para siempre.
La semana pasada no tuvo dos partidos. Fue uno solo de 180 minutos más el tiempo extra, en el que sólo la suspensión por amarillas de Giraldo hizo cambiar algo en la titular. Pero la actitud fue la misma. El miedo, la impotencia y la falta de fútbol y jerarquÃa, y la imposibilidad de dar un golpe en la mesa y cambiar el libreto reinaron en el desempeño espectral de martes y domingo.
Fue igual la falta de respeto por la hinchada que se mamó 10 grados centÃgrados, sufrir la precariedad del transporte público después de las 11:00pm en dÃa hábil y 10:00 pm en domingo, y el dolor acumulado de la vergüenza internacional, todo con la tonta ilusión de que Millonarios le iba a retribuir con 3 puntos y un respiro. Uno que a veces la vida encuentra en el fútbol, pero ahora estamos en un presente en el que la cotidianidad se convirtió en el respiro de la amargura que el Club nos da.
No existe eternidad. Los enamorados de Millos no aguantan más y anoche explotaron en el CampÃn. El «Movete» sonó más fuerte que cualquier barra de las laterales. Los directivos volvieron a escuchar el cántico en su contra. Y jugadores como Mackalister, Emerson y Daniel volvieron a recibir puteadas desde las tribunas. En esos 15 minutos finales muchos sentimos que no querÃamos ver más. Sufrir más. Sólo querÃamos que Ortega pitara el final para irnos a casa con los nuestros. Sólo queremos que el pitazo final de este semestre llegue, porque ya no queremos más ruedas de prensa elogiando lo indefendible y negando la superioridad de los rivales.
El canto de gol para acompañar esta columna es ‘Todo Tiene Su Final’ cover de la banda colombiana Afrikan Soul:
Carlos MartÃnez Rojas
@ultrabogotano