Canto de gol: cara y sello
Se acabaron mis vacaciones de hincha, de ésas sobre las que Andrés Rey habla y repara como ausentes en su columna más reciente. Traté de desconectarme de Millonarios en la medida de lo posible -porque el bombardeo de noticias y de amor azul nunca descansa-. Hoy arranco 2024 con la perplejidad y el escepticismo del cara y sello de los dos equipos profesionales. Pero su ente rector no se queda atrás.
Andrés redactó su columna justo antes de la confirmación del arribo de Santi Giordana, aduciendo las diferencias entre un equipo masculino con competencia internacional y pocos nombres con peso para ser reforzado, y un conjunto femenino renovado en un 70% para pelear por el torneo local y la primera estrella. Además de esa clara moneda de dos lados que describe, le sumo la cara y el sello de la Dimayor con la manera como proyecta el trabajo que tendrán nuestros dos planteles profesionales.
En 72 horas y pico inicia la Superliga, con localías y horarios definidos desde el 21 de diciembre, día en el que también se informó todo el calendario de la Liga hasta el 02 de junio. Dos semanas después, Dimayor compartió la proyección anual de la Liga, la Copa, el Torneo y cómo los cruces con fechas FIFA pisarán al FPC. Con ella pude ver cómo estaremos sin jugadores a llamar por Néstor Lorenzo a la Selección en el segundo semestre un mes y medio continuo. Además de ese 02/06, conoceremos los otros dos campeones oficiales de 2024 en Halloween y la primera quincena de diciembre.
Todo lo anterior corresponde al fútbol masculino. El que les da plata, el que les importa, por el que hay que pagar un canal para verlo. Porque de aquella Liga Femenina a la que no hay que llamar 2024-1 y 2024-2 «porque no hay para tanto», ni siquiera se sabe oficialmente cuántos clubes la conformarán. (Además de Millonarios, Junior, Águilas, Nacional, «Petrolera», Tolima, Medellín y América, obligados por su cupo masculino en los dos torneos Conmebol).
Si no hay certeza sobre los participantes, mucho menos se conoce algo sobre cuándo será el pitazo inicial para las Embajadoras y los demás equipos. Apenas el sábado le leí a Salomé Fajardo una proyección de 8 equipos más que completarían la Liga Femenina. Pero mientras el jueves Millonarios peleará su primera final oficial, apenas se habría hecho una reunión en Dimayor un día antes para tratar de perfilar cuándo las Embajadoras tendrían su debut.
Así es el panorama en el país del Sagrado Corazón: todo pactado, pagado, firmado y consagrado para los hombres; pero todo incierto para el fútbol «profesional» femenino, que ni sabe el número de equipos a disputar la estrella. En una Dimayor seria, si hay 36 clubes afiliados tendría que haber 36 equipos femeninos… Está bien, acá es avaricia. Al menos los 20 equipos de Primera deberían cumplir con tener su representante femenil. Pero en este fútbol en Colombia no hay decencia ni vergüenza, mucho menos habrá equidad.
Mucha suerte al profesor Gamero en el periplo que inicia esta semana en Barranquilla y Bogotá por Superliga y Liga 2024-1. Y mucha suerte a la profe Angie Vega con sus nuevas dirigidas, un equipo con esperanzas y quilates pero con escepticismo sobre su futuro. Y que ojalá, algún día, la cara y el sello de esa moneda llamada Dimayor tengan el mismo valor.
Para ambas escuadras va este primer canto de gol del año llamado ‘Aguante’ de la banda mexicana Inspector: https://youtu.be/Yq6ATPLiGO0
Carlos Martínez Rojas
@ultrabogotano
