¿Y la jerarquía dónde está?

Comenzó el segundo tiempo. Ayron Del Valle había dejado el terreno para darle paso a Márquez. Nadie entendió el cambio pero cuando recién empezaba el análisis llegó el gol de Arango para el 1-0, de camerino. Escenario perfecto para, en teoría, desmoralizar al contrario y seguir de largo.

Pero no, al Millonarios 2020 le pasa algo rarísimo: siempre juega bien hasta que hace el 1-0. Entonces se arruga, se asusta, se echa para atrás, olvida su libreto y le da vida a los rivales. Muestra una tremenda falta de jerarquía y empieza a jugar como equipo chico. Había pasado antes ya contra Caldas, había pasado en el clásico, pasó un instante en Envigado y volvió a pasar frente al Cali.

El visitante, que no había llegado ni una sola vez con peligro, necesitó de dos centros y dos cabezazos para cambiar la historia y pasar de vencido a vencedor, y lo hizo de una forma tan fácil que solo recordarlo produce mucha rabia.

Y Millonarios, que estaba asustado desde el 1-0, no supo reaccionar ni con el 1-1 ni con el 1-2. La respuesta a la desventaja fue un par de cambios que nadie entendió al minuto 87 y que solo quedarán para la síntesis del encuentro. Cali necesitó 15 minutos para ganarnos, pero lo peor, es que quedó la sensación de que nos ganaron demasiado fácil.

Millonarios dominaba y parecía justo ganador, pero otra vez se asustó con la ventaja a favor, no tuvo jerarquía y terminó siendo justo perdedor. Ahora habrá que ir a Palmaseca, donde nunca hemos ganado, a tratar de ganar por más de dos goles para seguir con vida en la Sudamericana.

Para muchos es como ir por un milagro. Ah, y en la mitad está Nacional, en el partido que nadie quiere perder.

Twitter: @elmechu

Esta es la Ficha Técnica del partido.