Uribe salvó un punto en la última
Cuando el reloj marcaba el minuto 90+5, tras un cobro de tiro de esquina desde la derecha, Óscar Cortés cabeceó al piso y la pelota le quedó dentro del área chica a Fernando Uribe. El delantero, que recién venÃa de celebrar sus 100 partidos oficiales con Millonarios, paró la pelota con el muslo y de una manera acrobática alcanzó a rematar a lo más alto del arco sur de El CampÃn. La hinchada, que segundos antes reclamaba, protestaba y murmuraba, cantó ese gol con el alma, como si fuera un bálsamo para el alma. Y de inmediato cambió el repertorio de lo que quedaba de noche para avivar el clásico capitalino del domingo.
Esa jugada aislada sirvió para que Millonarios, con los suplentes, y en un partido que no se jugó nada bien, pudiera salvar un punto frente a un aguerrido, rápido, osado y bien trabajado equipo del Envigado, que durante varios pasajes de la noche nos hizo pasar un mal rato. Además, es un punto que acerca a Millos a la clasificación matemática a las semifinales del Apertura.
La historia del partido dirá que Millonarios la pasó mal durante 60 minutos. Que la obligada nómina suplente que tuvo que poner Gamero estaba siendo superada por un equipo que sabÃa que venÃa a la plaza más captadora del paÃs a mostrarse sin nada que perder y que estaba haciendo un gran partido, con puntos altos como el lateral derecho Cuervo, el volante Daniel Arcila y el que fue la figura del visitante, Jesús Vargas, extremo por la derecha.
En una equivocación de Montero, que no quiso que una pelota se fuera al córner, Vargas tomó el balón, hizo el pase de la muerte más fácil de todos los tiempos y encontró con arco solo y pelota fácil a DÃaz para el 0-1 a los 57. En ese momento, el equipo que vestÃa de azul era un espejismo del Millonarios de Gamero que suele asfixiar rivales en Bogotá.
Fue ahà que Gamero envió al campo a Cortés, en el que fue su último partido antes del mundial Sub20. Y Óscar, con sus 19 añitos, se echó el equipo al hombro y logró que, por lo menos, el Envigado dejara de inquietar el área de Montero. Y asÃ, con ganas y empuje, con inercia, Millonarios fue metiendo en su arco al Envigado, que ganaba y cambió su módulo a un 5-4 para aguantar con toda el resultado.
Todo parecÃa perfecto para el Envigado ante un Millonarios que era «Cortés y sus amigos», hasta que llegó ese tiro de esquina que sentenció el empate. El propio Gamero reconoció en rueda de prensa que el equipo no estuvo a la altura y la gente en la tribuna lo entendió igual. Lo que pasa es que el fútbol es tan hermoso, que permite que en 30 segundos se pase del murmullo y el reclamo al «Volveremos a la cancha a acabar con Santa Fe», todo gracias a ese gol de Fernando que cambió lo que era una derrota justa en un empate que sabe a mucho y que sirve mucho.
Twitter: @elmechu
Esta es la Ficha Técnica del partido