Penosa presentación

La idea era celebrar el cumpleaños de la capital por todo lo alto, con una victoria sobre el favorito al título que recuperara los puntos perdidos ante Santa Fe y Rionegro, y finalizar la jornada dentro de los ocho clasificados. Lo que salió en la cancha fue totalmente lo contrario: Millonarios, sin ideas, sin juego, cayó derrotado con total justicia por un Junior que golpeó rápido y supo aguantar ante la falta de ideas de los Embajadores.

De entrada, la hinchada había organizado un lindo marco en las tribunas, con el himno de la ciudad cantado con el alma para homenajearla en su día. Pero nueve minutos después, Carachito cabeceó a propia puerta, parecía autogol, pero la pelota pegó en el travesaño y ahí apareció Gómez para poner la ventaja para la visita.

Millonarios quiso reaccionar al gol en contra, pero solo trabajaba bien hasta tres cuartos de cancha, porque ahí la defensa barranquilla sabía controlar todo avance azul, sobre todo ante el exceso de ansiedad de Duvier y Santiago, y a las malas entregas en la mitad. El visitante tuvo más cerca el segundo que Millonarios el empate, hasta el punto que en la tribuna, los hinchas del Junior se dieron el lujo de cantar el ole a los locales durante varios pasajes del primer tiempo.

Russo movió al banco. Sacó a un perdido Kouffaty y a un intermitente Quiñones, para darle paso a Maxi y a Rojas (no se entiende cómo no estuvo desde el inicio), y Millonarios tuvo dos ocasiones para conseguir el empate, Viera lo impidió.

Con el paso de los minutos, el ímpetu azul se cayó y Junior volvió a estar más cómodo. Los visitantes no atacaban tanto como en la inicial, pero controlaban demasiado fácil a los nuestros, y para completar, Duvier tuvo que dejar el campo por lesión y Russo se quedó sin cambios.

A los 73 minutos, Yimmi Chará le quebró la cintura a Cadavid y bañó a Vikonis para silenciar el estadio. Entonces, Millonarios, con actitud derrotista, solo buscó que pasaran los minutos para que llegara el pitazo final, sin contar con que De Los Santos iba a poner el descuento con un golazo, de otro partido, cuando el reloj marcaba los 87 minutos.

El cuarto árbitro dio seis minutos de reposición, y con eso y el descuento, Millos cambió su actitud y trató, sin éxito, de buscar el empate que nunca llegó.

Fue la peor presentación en casa de todo el 2017, solo esperamos que sirva de lección para que el miércoles la historia sea distinta. En Liga, estos puntos pueden recuperarse porque todavía estamos al 30% del recorrido del todos contra todos; pero en Copa, el miércoles el margen de error no existe. Un mal resultado puede liquidar la serie para cualquiera de los dos.

Twitter: @elmechu

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