Nos quedó grande el reto

La hinchada hizo su fiesta en la tribuna y al equipo le quedó grande corresponderle en la cancha. Después del aplauso de los jugadores minutos después de salir al campo y ver El Campín lleno de banderas, el equipo de Gamero fue dudas, incertidumbre, nervios y ansiedad. Nunca se encontró. Se jugó un partido horrible, en el que el rival supo ganar el duelo táctico y en el que el VAR nos premió con un penal que tampoco supimos aprovechar.

Se había dicho en la previa: este América es complicado, incluso el propio Gamero lo había comentado. Juan Carlos Osorio salió a jugarnos con un 3-4 y con eso fue suficiente para hacernos ver muy mal en la cancha, claro, sumado a que Millos parecía sumido en un tremendo miedo escénico por ser el primer partido clase A con público desde que llegó el Covid.

El primer tiempo fue todo rojo. Millonarios no pudo presionar alto, ni poner a sus centrales en media cancha y jugar en campo contrario, ni hacer juego de posesión, ni pisar el área, ni jugar en corto, ni jugar en largo, ni ganar rebotes ni duelos. Millonarios no pudo aplicar nada de lo que aparece escrito en el libreto. El América era el que imponía condiciones y el que decretaba cómo se debía jugar el partido (como otros rivales también habían hecho, solo que los resultados lo tapaban).

Era todo para los rojos de Cali, que lucían cómodos en la cancha hasta que, en una jugada aislada, Rojas tocó a Uribe y fue penal, penal que el central no vio pero que el VAR le ratificó. Penal que cobró el mismo Uribe, anunciado y sin calidad, penal que atajó Novoa. Y después, un gol bien anulado a la visita por fuera de juego después de un error en salida.

El regaño de Gamero a los jugadores en el entretiempo debió ser fuerte, porque Millonarios fue otro al iniciar el complemento, en gran parte porque Macka, desaparecido en los primeros 45 minutos, tomó su rol y se echó al equipo al hombro, tanto que hasta tuvo en sus pies la que fue la jugada más clara del partido entrando al área y definiendo desviado ante la salida de Novoa. Fueron ocho minutos de gran nivel de Millonarios, hasta que Osorio volvió a dañarle el caminado táctico a Gamero, y para eso solo necesitó un cambio.

A la cancha el exMillos Héctor Quiñones para cambiar el módulo de 3-4 a 4-3. Eso fue todo. El ímpetu azul duró los ocho minutos que se tomó Osorio en ajustar el módulo. Millos fue otra vez impreciso, con las líneas desconectadas, ansioso, nervioso, América hacía su negocio… hasta que, en otra jugada de otro partido, Emerson remató desde media distancia (tanto que se pide que se haga) y fue gol, con la mala fortuna de que el VAR encontró una falta previa de Giraldo y lo reversó.

Los últimos minutos del partido fueron todos para la visita, que puso a los nuestros contra el arco de Moreno y nos puso a rezar, porque la pelota parada también sigue estando en deuda pero esta vez los cabeceadores americanos no aprovecharon. Porque Millonarios terminó pidiendo tiempo y escondido en su arco ante un América que ya estaba bastante desgastado. Porque en el global, Millos se vio deslucido ante un América que, con solo dos ajustes tácticos, hizo su negocio en El Campín.

La fácil sería decir que no pasa nada porque somos segundos en ambas tablas y vamos a clasificar. Igual que decíamos que no pasaba nada cuando teníamos 13 estrellas y éramos el más veces campeón… hasta que lo dejamos de ser. Se jugó un muy mal partido y es importante mencionarlo porque así serán las finales, no todos los partidos son con Huila y Patriotas, tenemos varias carencias desde hace varias jornadas que se venían disfrazando con los resultados.

Twitter: @elmechu

Esta es la Ficha Técnica del partido.