No solo se perdieron dos puntos…

Parecía sencillo. Gol de Mackalister comenzando el partido en medio de la lluvia que caía sobre la capital del país y 1-0 arriba. La ventaja que se esperaba desde que se terminó el partido en Cali el pasado domingo porque, no lo vamos a negar, en las cuentas de todos estaba la victoria sobre Tigres, si se quiere, con facilidad. De repente se fue la lluvia, y se llevó el buen juego de Millonarios. Apenas escampó, mal juego, desorden, imprecisiones, todo mal. Era el principio de lo que terminó siendo una jornada para el olvido.

Todo salió mal desde ahí. No fue solo el gol del empate cuando terminaba el primer tiempo, un gol muy parecido al que hizo Dayro Moreno cuando terminaba el segundo tiempo en Medellín y que terminó con 405 minutos de Vikonis con la valla invicta. Fue la misma desconcentración. Ahí el partido se empataba, pero no pasaba nada, pensábamos, en el segundo tiempo lo rematábamos.

Resultó que la cancherada (palabra futbolera para explicar cuando se subestima al rival) que teníamos los hinchas en las horas previas al partido (todos, fijo, dijimos en oficinas, colegios y universidades que ganábamos tranquilos) se trasladó al campo de juego. Ellos, los jugadores, también pensaron que ganaban tranquilos, pero no contaban con que los partidos no se ganan en la previa.

Entonces, vino una serie de eventos, todos desafortunados. Primero el penal que erró Ayron (el primero que falla con Millos en partidos oficiales), luego la opción de gol que el mismo Ayron no pudo concretar luego de incursión de Cadavid por la izquierda y más adelante la expulsión de Vikonis. Todo mal. Tigres, el descendido Tigres, nos puso a sufrir en nuestra propia casa.

Terminó, fue 1-1. Pero no solo se perdieron dos puntos, se perdió la posibilidad de amanecer con el tiquete a la Libertadores 2018 por reclasificación porque hubiéramos quedado segundos; se perdió la posibilidad de alejarnos de Equidad en la lucha por ser cabezas de serie en las finales; se perdió la posibilidad de clasificar de forma anticipada para evitar futuros sufrimientos. No fue solo empatar con el descendido, fue dejar escapar una muy buena oportunidad para alcanzar los objetivos.

El domingo, en Tunja, Millonarios deberá recuperar estos puntos pensando en las dos tablas. De hoy, queda una lección enorme: no se puede pretender ganar solo de camiseta.

Twitter: @elmechu

Repasa la Ficha Técnica del empate.