Nada nos salió bien

El instante en el que se vio a Vargas con casaca negra y pantaloneta amarilla (nadie en el club se percató que enfrentábamos un equipo de color similar y por eso lo obligaron a cambiarse a última hora) pareció ser el primer mal presagio de lo que iba a pasar, una noche para el olvido en la que nada, absolutamente nada salió bien. Tan impensado como sorpresivo para propios y extraños, Millonarios perdió como local después de 10 juegos, y por primera vez en la historia frente a Jaguares.

Nos imaginábamos a Jaguares como el típico equipo de costa que viene a la altura a jugar con frío y lluvia a tirarse atrás y aguantar el cero. Nos llevamos tremenda sorpresa, Jaguares salió a jugarle a Millonarios mano a mano, a atacar por la izquierda y a mostrarse ordenado para obligar a Millonarios a pelotear ante la imposibilidad de entrar tocando. Efectivamente, el Embajador fue eso, pelotazo, y pocas llegadas claras: un cabezazo de Macka y un remate de Uribe que fue atajado tras dos fintas en el área.

No era un buen partido para los Embajadores, y peor fue la sorpresa cuando, en la primera incursión visitante al área, Pablo Rojas recibió y fusiló a Vargas para el 0-1 con el que terminó la primera mitad.

Llevado por la necesidad, y ahora sí con Vargas usando pantaloneta negra para combinar con el buso, Millonarios salió en el complemento a buscar el empate y alcanzó a incomodar al férreo sistema defensivo que planteaba la visita. El empuje duró once minutos, porque en un error en salida, Jaguares se encontró el 0-2 en su segunda incursión al área azul. Una recuperación, tres toques y pelota al fondo. Todos estábamos atónitos.

Ese gol le pegó durísimo anímicamente a todos: Gamero se desesperó, mandó a Ruiz a jugar de 5, pasó a Vega a ser lateral izquierdo y sacó a Banguero. El resultado era previsible, Ruiz estaba incómodo, Vega estaba incómodo, Pereira estaba solo. Los jugadores se desesperaron, se desbordaron a buscar cualquier cosa y dejaron espacios, por instantes estaba más cerca el tercero de la visita que el descuento.

Millonarios estaba confundido, los jugadores querían llegar tocando hasta la mismísima línea de meta y eso benefició el sistema defensivo de Jaguares, que tuvo en sus dos centrales a las figuras del partido porque quitaban todo. Después se quiso jugar a tirar centros mirando que podía pasar pero definitivamente no era nuestra noche, y varias veces la zaga visitante sacó pelotas sobre la raya, y cuando por fin lucían vencidos, nuestros delanteros la tiraban afuera.

El desespero fue tal, que Gamero se demoró muchísimo en volver a mover el banco y recién hizo tres cambios faltando seis minutos. Otra vez «a la maldita sea» buscando un milagro que nunca llegó.

La historia dirá que el 1 de marzo de 2021 fue la primera vez que Millonarios perdió con Jaguares como local. La historia también se encargará con el tiempo de olvidar que esa noche a Millonarios no le salió nada bien, solo quedará la anécdota del resultado.

Twitter: @elmechu

Esta es la Ficha Técnica del partido