Millos se fundió en Barranca

Igual que en Montería, un gol en contra en el tiempo de adición, finalizando la primera parte, bajo un calor infernal, que acabó con las ilusiones de los hinchas azules con 45 minutos todavía por jugar. De nada sirvió la presión alta que ejerció el equipo en el primer tiempo (no materializada en goles ni opciones, sí en alejar el peligro) porque en la primera falla que hubo, el rival facturó.

Como en Montería, el equipo se confió del pitazo del final de los primeros 45 antes de tiempo, por eso, en la última jugada, dejó rebote, permitió a Florez acomodarse y tomarse todo el tiempo del mundo para patear y encontrar a Ramiro mal parado. Todo mal, y 0-1 en contra.

Contra las cuerdas, con el marcador y el clima adversos, el equipo intentó ponerle ganas para buscar el empate. Russo mandó a su artillería pesada, los de las goleadas (Mosquera y Ayron) al campo Pero, tal como en Montería, los Embajadores carecieron de profundidad, más allá de los cabezazos desviados de Cadavid o de un remate de Ayron que pasó cerca del palo.

El equipo estaba dejando espacios y regresando mal, y a nueve minutos del final, llegó el segundo, luego de varias jugadas en las que nos habíamos salvado previamente. Ese fue el golpe letal, el equipo ya estaba fundido y no iba a regresar.

El experimento de Russo dejó un punto de seis en las visitas seguidas a clima caliente. Millos es cuarto, pero todavía tiene déficit de puntos y ganar como visitante sigue siendo tarea pendiente. El viernes, en el partido que nadie quiere perder, el equipo debe regresar a la senda del triunfo.

Twitter: @elmechu

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