Millonarios volvió a ser el «levantamuertos»

Era el clásico del líder contra el colero, del que tenía puntaje perfecto contra el que lo había perdido todo. Era el clásico del primero en clasificación y reclasificación contra un equipo en crisis al que sus hinchas habían ido a apretar el día anterior. Era la oportunidad perfecta para terminarlos de rematar, como cuando Jáder Valencia les anotó en ese minuto 96 y Santa Fe se acabó para siempre en el Apertura desde ese instante.

Como sucedió hace dos años con aquel Millos de Pinto que lo cabalgó todo hasta desinflarse ese 5 de junio, el clásico del líder contra el colero no se vivió de esa manera en el campo de juego. No hubo superioridad, el favoritismo de la previa no se evidenció en la cancha y lo que para los mismos santafereños se pensaba era un triunfo azul terminó convirtiéndose en una sorpresiva victoria roja.

La historia se desequilibró a los 9 minutos, en un error azul que originó una contra con el equipo mal parado, algo que ya se había advertido en partidos anteriores. Perlaza quiso pasarle la pelota a Vargas (el arquero) y el pase pegó en Vargas (el defensa), de ahí un rebote para Santa Fe, pase al vacío y remate de media distancia al único rincón al que no podía llegar Vargas. De la nada, el cardenal se encontró el 0-1 en el marcador.

De ahí en adelante, todo el partido se jugó a lo que quiso Santa Fe, que optó por defender su ventaja con dos líneas de cuatro bien compactas sin dejar espacios. Millonarios tuvo la pelota, jugó casi todo el partido en campo contrario. Parecía que era dominio azul pero era un espejismo, se jugaba tal como lo quiso el rojo. Incluso, las otras dos opciones de gol del primer tiempo fueron para Santa Fe, ambas bien conjuradas por Vargas.

Para el segundo tiempo llegaron los cambios: Guerra por el desconectado Rengifo y Bertel por el amonestado Perlaza. Millonarios creció en volumen de ataque pero nunca pudo pasar de tres cuartos de cancha con riesgo. No hubo ninguna opción o acción que hiciera que Castellanos se ensuciara el uniforme. De hecho, la jugada más clara del segundo tiempo también fue para Santa Fe, afortunadamente el autor del gol hizo una de más. En Millonarios, Fernando Uribe era una isla desierta, la pelota nunca le llegó.

También ingresaron Jáder y Márquez, ambos con buenas sensaciones. Gamero movió el módulo y pasó a jugar con 3-4-3 en ataque, hasta mandó a Murillo después. Se ve que en la semana se trabajan módulos tácticos y estructuras, pero también se ve esterilidad en el frente de ataque. Salvo un remate de Guerra que pasó cerca, Millonarios no pateó al arco, y le hizo más fácil la tarea a un Santa Fe que nos ganó con muy poco, pero que estuvo cómodo.

Se había advertido que estábamos entregando mal la pelota en salida, pero no nos habían cobrado. Se había advertido que no hay sorpresa ni variantes de ataque, pero no se había sufrido por eso. Tristemente, llegó ese día en el que la combinación de nuestros errores iba a costar el resultado. Justito ese día llegó en el clásico.

Volvió un viejo fantasma que no le gusta a la hinchada: Millonarios volvió a ser el levantamuertos, le devolvió la vida a un Santa Fe que parecía acabado, que llegó a El Campín a no perder y se fue ganador. Nos ganaron con muy poco y tácticamente nos vimos sin ideas.

Twitter: @elmechu

Esta es la Ficha Técnica del partido.