Millonarios venció al Medellín y avanzó a la gran final de la Liga
Millos dependía de Millos, y Millos no decepcionó. El Embajador tuvo un muy buen segundo tiempo en el que se sobrepuso a todo para terminar ganando el partido y el grupo, y clasificar a la tercera final de la era Gamero. Y cuando hablamos de todo, literal, es a todo: no fue solo a un Medellín que jugó mucho mejor la primera mitad, también superó la presión, el miedo, los nervios y la ansiedad que habían aparecido desde Tunja y que se sintieron hasta que Andrés Llinás anotó el primer gol del partido a los cinco minutos del segundo tiempo.
Los primeros 45 minutos de los azules no fueron nada buenos. Millonarios fue Juanito Moreno (gran figura del partido, el que mantuvo al equipo dentro del mismo) y diez jugadores más que estaban muertos de los nervios y cuya ansiedad no les permitió tener un buen colectivo con la pelota en los pies. Malas entregas, carencia de ideas, equivocaciones en la toma de decisiones e incomodidad en el terreno era lo que mostraba Millos en esa etapa inicial, en la que Cetré fue el mejor de los rivales y en la que Juanito sacó cuatro pelotas de gol que terminaron siendo determinantes para el desenlace de la jornada. Por eso fue la figura azul.
En el entretiempo Gamero movió al equipo, algo tuvo que haberle dicho duro a los jugadores y adicional hizo dos cambios: Jáder (de más experiencia) por Beckham (que recién empieza) y Vega por Giraldo porque Daniel tenía amarilla. Las sustituciones le funcionaron de maravilla, porque Jáder logró romper esa conexión Monroy-Cetré de la derecha del DIM y porque Vega entró a jugarse uno de sus mejores partidos con el Embajador.
A eso hay que sumarle que el primer gol llegó en un momento clave, cuando todavía los equipos se terminaban de acomodar. De un tiro libre desde la izquierda llegó un centro de Cataño que cabeceó Llinás abajo. Mosquera Marmolejo atajó en primera instancia pero dio rebote y allí llegó nuevamente el «mono» para mandar la pelota al fondo de la red. Millonarios 1-0 Medellín, Millos 1-0 nervios, Millonarios 1-0 presión, Millonarios 1-0 ansiedad.
Después vino un pasaje en el que el visitante adelantó el bloque, metió a todo Millos en su terreno y trató de buscar el empate. Hasta que al 63, tras un pase largo de Macka a Cataño, el 10 dejó en el camino con una finta a su marcador y quedando mano a mano con el portero remató al segundo palo cruzado para poner el segundo gol de la noche. Ese gol fulminó anímicamente al Medellín, que se cayó por completo, como si hubiera sido el nocaut, y no volvió nunca más al partido.
Con el 2-0 a favor y la disminución anímica del rival, Millos tuvo por fin el partido que debía haber tenido desde el arranque. Los azules manejaron la pelota a su antojo, defendieron muy bien la ventaja y recuperaron la tranquilidad y la cabeza fría que se habían extraviado desde el gol de Moreno Paz hace una semana. Medellín era ahora el que caía en las fallas en la entrega y en la mala toma de decisiones. Y la hinchada, que en algún momento también se contagió de esa ansiedad, ya era un solo carnaval gritando al unísono «Vamos cantemos todos que este año vamos a salir campeón».
Sobre el final, el VAR dictaminó una pena máxima en el área azul que Batalla cambió por gol para decorar la pizarra, un remate al que Juanito casi llega para terminar de consagrar su actuación. Luego llegó el silbatazo de Carlos Betancur y la consolidación de una felicidad única que se fue contagiando por todos los rincones de Bogotá y del MundoMillos. Un día antes de su cumpleaños, Millonarios regresa a una final de Liga y peleará por la estrella contra su más acérrimo rival, Nacional de Medellín.
El miércoles en el Atanasio y el sábado en El Campín se conocerá al nuevo campeón de Colombia, en la que seguro es la final más esperada en mucho tiempo en Colombia.
Twitter: @elmechu
Esta es la Ficha Técnica del partido.
