Alianza Petrolera Millonarios 2021

¡Millonarios sigue con vida!

Había que ganar. No había otra alternativa. También tocaba esperar al otro partido (que para el momento que se escriben estas líneas todavía no terminaba). Pasara lo que pasara, Millos ya no dependía de Millos en lo que queda del cuadrangular, pero si queríamos seguir con vida, había que ganar en Barranca, plaza en la que habíamos quedado eliminados de las dos últimas ediciones de la Copa.

Alianza comenzó mejor, Millos arrancó dormido. Los primeros 15 minutos mostraron a Estéfano Arango quebrándole la cintura a Bertel y a Alianza mejor en la cancha, jugando a las espaldas de los dos laterales azules. Gamero lo vio, como todos los hinchas, y usó el enroque para deshacerse del ímpetu rival y montarse en el partido para siempre: Gómez a la izquierda, Ruiz a la derecha. Y listo! Hurtado (lateral de Alianza) no salió más y Bertel fue el más beneficiado con la movida porque Arango se desconectó y Omar fue de menos a más.

De menos a más, de hecho, fue todo Millonarios, que al ganar en confianza se fue metiendo a jugar en territorio de Alianza y terminó de desconectar al local. Eso si, el Embajador fallaba en el último pase entrando al área, pero a cambio, los jugadores dispararon varias veces de media distancia, una fórmula que se pedía a gritos desde nuestros espacios. Chunga se fue convirtiendo en figura con cada atajada ante las incursiones de los azules.

Para el complemento, Millonarios salió con la misma disposición a acorralar al equipo local e hizo que los aliancistas se desesperaran por completo. Si salían en corto se equivocaban y se generaba una contra, si salían en largo era un pelotazo desesperado a las cabezas de Llinás y Juan Pablo. Era un partido mágico para los Embajadores pero también lo era para Chunga, autor material e intelectual del 0-0. Era tan bueno el show del portero local, que la tribuna azul empezó a cantar el «Movete, Millos movete» ante la impotencia.

El profe movió el banco: Pereira, Jáder y Emerson al campo por Giraldo (amonestado), Gómez y Ruiz (los dos extremos por el desgaste). Millos seguía llegando y Chunga seguía ahogando el grito de gol. Hasta que a los 74, Emerson tuvo la paciencia de aguantar el balón de la derecha al centro, ahí vio a Jáder y le puso un pase al vacío, luego otro pase al centro del área chica y ahí apareció Macka para, por fin, vulnerar el arco aliancista. Se gritó con el alma, en Barranca, en Bogotá y en todo el mundo Millos. Era como si lleváramos 20 años sin gol.

Después vino el otro sufrimiento, apenas todos nos dimos cuenta que faltaban cinco minutos y por los antecedentes recientes. Entre chiste y chanza, en la tribuna se escuchaban muchas frases tipo «ahora al 90 lo empata Alianza». Y tal vez todos teníamos el mismo miedo/trauma. Hasta el profe, que mandó a Murillo por Macka para hacer línea de 5 y cerrarle los espacios a Alianza.

Hubo un cabezazo de Molina que se fue desviado y luego hubo quema de tiempo, demoras en el juego, lesiones fingidas y una amarilla para Jáder. Es válido y parte del juego. Todos los equipos del mundo queman tiempo, hoy nos tocó a nosotros. Y así llegó el final, y el Embajador sigue con vida en la Liga, y sigue esperando que Tolima tropiece dos veces, y ya está en la fase previa de la Conmebol Libertadores.

Ganar en una plaza tan complicada como Barranca siempre será positivo. Algunos hinchas lamentaron la cantidad de opciones desperdiciadas pensando en la diferencia de gol. El jueves habrá otra batalla, y otra vez habrá que ganar y mirar de reojo el otro partido con la calculadora o el excel en la mano.

Twitter: @elmechu

Esta es la Ficha Técnica del partido