Millonarios revivió otro muerto
Ha pasado un mes desde la última presentación azul en Orlando y este Millonarios de 2021-2 es toda una montaña rusa, digna del mejor parque de atracciones de Disney o Universal. Este Millos puede todo: va a Palmaseca y saca un partidazo con un jugador menos y luego vuelve a Bogotá y no le patea al arco al clásico rival. Va a Manizales y le gana con argumentos al Caldas y luego pierde con Alianza a pesar de tener hombre de más en más de media hora de la serie, también sin patear al arco. Es capaz de quitarle el invicto al MedellÃn con argumentos, y luego pierde con el Pereira que no habÃa ganado de local en todo el semestre. Asà es este Millos…
En la capital de Risaralda, Millonarios fue de menos a más en el primer tiempo. Juanito sacó una pelota clara de gol al minuto de iniciado el partido. El local estaba ansioso, perseguido por ese fantasma quisquilloso del descenso. Millonarios no tenÃa tanta necesidad, y fue creciendo poco a poco, hasta el punto de meter al local contra su arco y generar el «Movete, Pereira movete» desde las gradas del estadio. El Embajador terminó el primer tiempo arrinconando a su rival y desesperando a jugadores, cuerpo técnico y público local, pero sin claridad ni profundidad en la puntada final.
La etapa complementaria inició igual. El aficionado local se trataba de emocionar con alguna acción aislada de su equipo aunque de peligrosa no tuviera nada mientras que Millos aprovechaba los errores en salida del local para quitar, recuperar e incursionar en ataque, eso sÃ, con cero factor sorpresa. Para ese momento, el hincha azul se sentÃa tranquilo, las estructuras y el módulo funcionaban, solo faltaba el pequeño detalle del gol…
De repente, el DT Alexis Márquez entendió que no podÃa seguir regalando la salida, adelantó las lÃneas y jugó largo, y poco a poco el Pereira se sacudió de lo que para ese momento era monólogo azul. Llegó el cambio de León por «trencito» y a los tres minutos, en la primera jugada en la que el local pisaba el área azul, pase de la muerte y gol del recién ingresado. CorrÃa el minuto 65.
El gol hizo que Millonarios no solo perdiera el partido, también los papeles. Si bien en el 0-0 faltaba profundidad, el equipo jugaba muy bien y manejaba las estructuras. Con el resultado adverso, Millos volvió a ser el Millos que enfrentó a Alianza Petrolera: centros, centros, más centros, solo centros, como única fórmula válida para hacerle más fácil el trabajo a la defensa local. Y adicional a eso, Gamero movió el banco muy tarde.
Pereira defendió su ventaja como pudo: tirándose al piso, quemando tiempo, buscando conatos de gresca para sacar a los jugadores azules del partido. Es parte del juego y toca vivir con eso. Funcionó. El equipo Embajador terminó frustrado e impotente. De nada sirvió imponer condiciones durante 65 minutos, en la maleta de regreso a la capital no hay puntos.
Los aficionados locales, desesperados en el primer tiempo ante la superioridad azul en la cancha, terminaron festejando la victoria como si fuera un tÃtulo. Tanto para ellos, como para nosotros, el resultado final fue toda una sorpresa. El hincha del Pereira esperaba no perder y el hincha de Millos contaba con los tres puntos ante los «matecañas» como fijos. Fue una derrota dolorosa y muy sorpresiva.
Para Pereira fue más que ganar tres puntos, fue sumar algo de oxÃgeno para mantenerse en primera división. Para Millonarios fue dejar escapar una gran posibilidad de andar en la parte alta de las dos tablas. El Embajador enfrentaba un equipo alicaÃdo y parecÃan tres puntos fijos, fue otro muerto que revivió, el segundo del presente semestre. Una vieja y fea costumbre de los últimos años que hace sacar pesadillas.
Twitter: @elmechu
Esta es la Ficha Técnica del partido