Lo que dejó el debut de la era David González
La era David González comenzó oficialmente en Pasto, el mismo lugar en el que casi dos meses atrás terminó la era Alberto Gamero. Han pasado 28 dÃas desde que el antioqueño tomó las riendas del equipo más tradicional de Colombia con dos partidos amistosos antes del primer partido oficial, y con el episodio de Santa Marta en la mitad, que obligó a que el debut se postergara ocho dÃas.
Ante el Pasto, Millonarios lució muy parecido -por no decir, idéntico- a lo que mostró en el último amistoso de la pretemporada frente al América de Cali en El CampÃn: un equipo que quiere intentar ser más vertical que en años anteriores y que trata de explotar a sus extremos con perfil cambiado con pases entre lÃneas. Fue esa la razón por la cual Daniel Mantilla terminó siendo el mejor jugador de la cancha, tanto para Mundo Millos como para quienes relataban y comentaban en la transmisión de TV.
Sin embargo, con el paso de los minutos, a Millos se le olvida lo que quiere su nuevo timonel y la memoria futbolÃstica de los últimos cuatro años y medio hace que de forma inconsciente se regrese a la filosofÃa del DT anterior. Por eso muchos hinchas coinciden -y con razón- que el equipo todavÃa se ve «Gamerizado». Y en el fondo, es hasta un comportamiento «normal», ya que cuatro semanas todavÃa es poco tiempo para tratar de cambiarle el chip a un plantel que lleva tantos años jugando a lo mismo.
El primer rival de David González resultó ser un equipo muy livianito, que combatió mientras Facundo Boné -el distinto- tuvo stamina. Apenas Boné se quedó sin fÃsico, todo el Pasto se quedó sin argumentos ofensivos. Fue un equipo que pegó más de lo que jugó, al que antes de la expulsión ya le habÃa perdonado una roja desde el primer tiempo el árbitro David Espinosa -de muy mala presentación-. El nivel del Pasto se simboliza en esa jugada en la que entre sus propios jugadores hubo conato de bronca luego de un tiro libre a favor, y casi le toca ir hasta al mismo DT a separarlos.
Es inevitable mencionar que el bajo nivel del rival también contribuyó a que el inicio del Apertura fuera con tres puntos para Millos. Con todo y lo intermitente, Pasto alcanzó a complicar varias veces a Millonarios en el primer tiempo, supo llegar fácil a espalda de los laterales y en varias ocasiones sus delanteros le ganaron en velocidad a nuestros centrales. Adicional a eso, el equipo azul (que jugó de blanco) cometió varias veces malas entregas en la salida que dejaban mal parado a todo el bloque defensivo. Esos errores también vienen insertados dentro de la memoria futbolÃstica del equipo, algo que al nuevo DT azul le toca trabajar con urgencia. Otro equipo de mayores pergaminos o mejor nivel no hubiera perdonado.
Millos ganó y eso es lo más importante, sobre todo por tanta tensión al interior de la hinchada por la ausencia de refuerzos, la repartición de dividendos y los elevadÃsimos precios de los abonos. Ganó en gran parte porque el grupo se conoce y juega de memoria, con aciertos y con errores. Ganó porque al frente tuvo un rival inferior. Esto recién inicia y de entrada David González ya sabe que tiene que trabajar mucho para que el equipo cambie el chip y se «Gonzalice».
Gabriel Jiménez
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