La maldición de Rionegro continúa

La maldición de Rionegro continúa. Millonarios sigue sin poderle ganar a Águilas Doradas como visitante por Liga y sigue sin conocer la victoria en el estadio Alberto Grisales, el único recinto de la primera división de Colombia en la que no se registran triunfos azules por torneos oficiales. Este domingo, el equipo Embajador volvió a caer en el municipio antioqueño para cortar una racha de 9 partidos sin derrotas frente a Águilas. Fue 0-2, y con esto, Millos perdió su invicto histórico en septiembre 3, nunca había perdido en esta fecha del calendario.

La derrota azul en «el nido de las águilas» se basó en cuatro causas fundamentales. Millos hizo un gran primer tiempo pero no supo materializarlo en el marcador, y en el segundo tiempo Águilas pegó en un momento clave y llegó la expulsión de Cataño.

La primera razón de la derrota fue el excesivo transporte de los jugadores en el frente de ataque, que querían llegar tocando hasta la misma línea de gol siempre cuando Millonarios era mucho más que las Águilas y jugaba todo el tiempo en campo rival. El equipo azul tuvo varias aproximaciones sobre el arco del equipo local pero se excedió en los «tacos» y los pases. Millos fue superior pero no lo hizo valer en el marcador.

La segunda causa fue el primer gol de Águilas, que llegó en la primera jugada del segundo tiempo cuando el hincha azul pensaba con tranquilidad que el gol iba a llegar si se mantenía el trámite de la etapa inicial. Marco Pérez -que había recibido el trofeo del botín de oro del Apertura antes del partido- le rompió el arco a Montero y así llegó el 0-1, completamente impensado. Águilas, que había aguantado el vendaval azul en el 0-0, cambió su módulo con la ventaja a favor para cerrar aun más los espacios.

La tercera causa fue la expulsión de Cataño, a los 72, tras doble amarilla. En ese momento, Millos no solo perdió un hombre en la cancha, también perdió el control mental de la situación y cayó en el juego que no debía y que le convenía más al equipo de Rionegro, el de no jugar sino pelear, el de caer en la interrupción del ritmo, el de parar el partido y caer en el choque. Gamero trató de mover el esquema, sacrificando un volante de marca para incluir a Jáder Valencia, pero el equipo ya había perdido los papeles tras la roja al 10.

Y la cuarta, y última, fue el segundo gol de Águilas, que llegó en la segunda llegada del local al arco azul. Rivas, que acababa de entrar al campo, mandó la pelota al fondo del arco de Montero y eso fue todo. Ahí se vino el vendaval de lluvia a Rionegro y Millos ya no tuvo más respuesta. De hecho, Morelo tuvo el tercero en un remate que por poco se le mete al golero azul.

Del esperanzador PT de Millonarios, pasamos a ver una derrota inesperada para que la maldición de Rionegro continúe. El Embajador, además, ya llegó a 10 partidos sin ganar como visitante por torneos oficiales y quedó abajo en el historial de enfrentamientos directos frente al equipo paisa.

Twitter: @elmechu

Esta es la Ficha Técnica del partido