Histórico triunfo de Millonarios en Uruguay

Tuve la oportunidad de compartir con hinchas de Peñarol antes y después del partido. El día anterior, viendo un partido profesional de fútbol playa, en donde decían que la única forma de que Peñarol podía ganar era por medio de la presión de la hinchada en un estadio que, obviamente y con toda la razón, aman completamente y en el que el equipo del ex Santa Fe Alfredo Arias no había perdido en 2022.

Después, en el ómnibus de regreso al centro, tarde en la noche de Montevideo. Caras de resignación y aceptación de los que todavía estaban por el sector. Hablaban entre ellos y lo reconocían: «nada que hacer, nos pintaron la cara», decían. Millonarios, el Famoso Embajador, había visitado por primera vez la cancha del Campeón Del Siglo, nueva casa de Peñarol, y derrotó sin objeción alguna al equipo aurinegro, un histórico del continente, por 2-0.

Para cuando llegó el segundo gol, al minuto 65 del partido, muchos de los aficionados locales empezaron a salir del escenario en la tribuna Henderson, que viene siendo la Occidental para El Campín. La barra Amsterdam, la popular de Peñarol, cantó durísimo y a una sola voz hasta ese momento. Después, el volumen de su música fue bajando poco a poco y los aficionados de la popular local optaron por protestar la derrota a su manera, es decir, haciendo cosas que deberán derivar en sanciones económicas para su propio equipo: prender bengalas, arrojar objetos al arco que custodiaba Montero y subirse a lo más alto de las rejas.

Millos ganó el partido y no lo sufrió en ningún momento. En la fría noche de Montevideo no se sintió ni la mística copera ni la historia del local (cinco Libertadores y tres intercontinentales en su palmarés). así como tampoco la presión de la afición aurinegra ni el elegante y bonito escenario en el que se disputó el encuentro. El equipo de Gamero fue superior a todo eso. En el primer tiempo, esperó y aguantó; en el segundo (como suele suceder ahora en esta edición 2023 de Millos) apretó el acelerador, llegó al arco tres veces e hizo dos goles que apagaron al Campeón Del Siglo y cobraron una vieja revancha de 1997, cuando en el Centenario, el equipo que dirigía Diego Umaña se quedó por penales en la Copa Libertadores en octavos de final.

Elvis Perlaza, ese mismo que para un sector de la hinchada se ha convertido en el chivo expiatorio, en el jugador al que le caen la mayoría de críticas cuando algo no sale, recibió un pase de Macka por la derecha y definió a lo crack al segundo palo para poner el 1-0 al 54. Después, tras una buena secuencia de pases por izquierda, Castro sirvió a Cortés y el canterano remató de pierna derecha, también al segundo palo, para liquidar el asunto al 65. Los 28 minutos restantes mostraron a Millonarios deleitándose con la pelota y a Peñarol viendo jugar a su rival. «La verdad nos salvamos de que nos golearan», se escuchaba en aquel bus que regresaba a este servidor con los tres puntos rumbo al hotel de concentración.

Seis puntos de seis posibles, cinco goles a favor y ninguno en contra, el liderato absoluto del grupo y la posibilidad, gracias al sistema de campeonato, de jugar los dos próximos partidos en condición de local. Todo parece estar servido para que este Millonarios, que en los segundos tiempos brilla y gana partidos, aproveche el papayazo para asegurar su clasificación a la fase final de la Conmebol Sudamericana.

Twitter: @elmechu

Esta es la Ficha Técnica del partido