El goleador está de vuelta

El domingo, en Rionegro, Ayron Del Valle había salido del campo con mucha bronca. No quiso hablar con los medios, se le notaba bastante frustrado por no haber podido convertir. Incluso, por momentos parecía como si estuviera incómodo, tratando de acomodarse todavía en el nuevo esquema. No es para menos, Del Valle es el actual monarca de la tabla de artilleros.

A Ayron se le notaba esa ansiedad típica del delantero de poder saborear las mieles del gol y celebrar el ritual de unir al balón con la red. A los 37 minutos, el delantero azul pudo por fin festejar: Mosquera recibió por derecha y sirvió la asistencia para que el goleador, entrando al área chica, mandara la pelota al fondo de la red.

Entonces, toda esa ansiedad que mostraba el 16 se desvaneció en un suspiro, a Ayron solo le faltó gritar «¡Por fin!». En ese momento, el delantero parecía haber vuelto a nacer. Se arrodilló y dio gracias al cielo mientras sus compañeros llegaban a celebrar con él. La sequía del botín de oro 2016-II había terminado.

Y la noche de Ayron no fue mejor por culpa de dos actores de reparto que se interpusieron en el camino: el portero Joel Silva, que le atajó un cabezazo en el segundo tiempo que tenía sello de gol fijo, y el vertical del arco norte, que le ahogó el grito de gol tras un remate con pierna derecha. Si Millonarios y Ayron no masacraron al Tolima fue por culpa de ellos.

Con la satisfacción del primer gol del año, esperamos que Ayron haya saciado su sed de gol y eso mejore para no estar tan ansioso en los juegos que vienen. Es normal, el delantero quiere hacer goles, más si hablamos del actual rey de goleo.

Twitter: @elmechu