El triste final…
Como en las mejores pelÃculas de terror, el desenlace de la penúltima jornada del Finalización se fue dando lentamente escena por escena, para ponerle drama a cada fotograma del film. «Santa Fe ganó 3-0», dice mi hermano mientras vamos llegando a Neiva en el carro. «No pasa nada, si ganamos no pasa nada», le contesté, a él y a mà mismo, como un grito de batalla interno. «Mientras haya 1% de posibilidad hay 100% de esperanza», todos confiábamos en ganarle al Huila, porque el horario favorecÃa contra el peor enemigo (el clima) y porque al frente habÃa un equipo conformado por un gran arquero y diez más, asÃ…
Bucaramanga le hace un gol al Cali sobre la hora, «¡vamos, carajo!, bien por los búcaros. Si le ganamos al Huila y pierde Rionegro no dependemos de nadie». Nadie puede dudar de que sobra esperanza en esta afición. Las cuentas eran sencillas y el equipo en el primer tiempo hizo una presentación decorosa, parecÃa que se podÃa. A FarÃñez ni lo atacaron. «Ganamos que las águilas se caen, seguro», repite y repite uno mientras el descanso.
En el entretiempo, Millonarios trabaja su charla técnica junto al banco, el plantel no va al camerino porque no necesita una sesión de sauna gratis y ni ventiladores hay. Pasa desde hace tres años pero el sobreactuado que no conoce Neiva y quiere ganar seguidores en red social no duda en armar show. De ahà no pasa. Marrugo calienta, la sorpresa más grande se da cuando se muestra el tablero electrónico: el que sale es Henry, el capitán, y con él, también salió el filtro en el medio campo. Se vinieron 45 minutos terribles.
Ya se sabe por qué Marrugo y Mackalister no jugaban juntos, como lo pedÃan muchos. El segundo tiempo fue un monólogo del Huila, llegó el gol y llegaron los problemas. Millos fue lo que pudieron intentar las individualidades, porque en lo colectivo siempre hubo un corto. FarÃñez pasó de ser espectador VIP a sufrir un gol increÃble y tener más trabajo del esperado. En ataque hubo una luz de esperanza pero el travesaño nos mandó las esperanzas al infierno. Se terminó, el partido, el semestre y el año. Millos perdió en Neiva después de 4 años y resignó todo, aparte que le dio vida a Santa Fe por segunda vez en un mes y dos dÃas.
Ya vendrán los espacios para las reflexiones, los balances y las determinaciones. TodavÃa está abierta la herida como para hablar con la cabeza caliente. El estadio de Neiva está en ruinas, acabado, dejado y feo. Asà fue la derrota de Millos en esa cancha, cuando más necesitaba ganar… Nuestra nómina vale mucho más que un puesto 11 y varias eliminaciones en lÃnea. Vayan buscando plan para dos meses sin Millos, ni la súper final de la Libertadores cubrirá el vacÃo de no tener a Millonarios hasta enero. Dolor.
Twitter: @elmechu
Repasa aquà la Ficha Técnica del partido.