El peor clásico en muchos años
Antes del pitazo inicial, Rionegro hizo que el clásico 297 de la historia tuviera un matiz histórico: el líder absoluto contra el colero del campeonato. La derrota del Tolima ya había hecho que Millonarios consiguiera el propósito de ser el mejor de todo le Apertura sin jugar y faltando todavía una fecha, la victoria de Águilas sobre Pasto mandó al sótano de la tabla a Santa Fe.
Quedaba solamente ese pequeño componente llamado honor. «El clásico es un campeonato aparte de un solo partido», han dicho muchos jugadores y técnicos a lo largo de la historia y tienen razón.
Al momento de jugar, hay que decirlo, ni Millonarios pareció el líder ni Santa Fe el último de la tabla. Ninguno sacó ventaja sobre el otro. Un duelo de mucho golpe y mucha fricción fue lo que se presenció. Millonarios estuvo alejado todo el tiempo del arco cardenal, por momentos los jugadores disputaron las acciones a media máquina por prevención de lesiones o desgaste. Y Santa Fe apeló a las ganas y a lo que pudieran hacer los pelotazos que mandaban a territorio azul.
Las mejores opciones del partido fueron para los rojos y el palo salvó a Millonarios. Del lado azul, lo mejor quizá fue un remate de Felipe Jaramillo en el primer tiempo que pasó muy cerca del arco cardenal. Para los Embajadores, el clásico se terminó cuando Jair Palacios vio la tarjeta roja, lo que obligó a Pinto a resignar su ataque sacando a Marrugo para mandar al campo a Vega a cubrir la lateral como en sus épocas de cantera. En ese momento, todos los hinchas azules sabían que el partido iba a terminar empatado aun cuando todavía faltaba mucho por jugar.
Así se terminó el peor clásico en muchos años en el que las emociones escasearon, hubo largos pasajes de aburrimiento y se pegó más de lo que se jugó. Como el 28 de marzo, Millonarios tenía al frente a un rival moribundo en el clásico pero no pudo ganarle. Y queda esa espinita en el ambiente porque ya son siete partidos sin poderle ganar a Santa Fe. Esta vez tampoco se pudo.
Pero al mismo tiempo y aunque parezca un contraste, la tabla de posiciones hace que se dibuje una sonrisa: mi equipo es primero y el rival más tradicional es último. Una sensación maravillosa para el alma.
Twitter: @elmechu
Esta es la Ficha Técnica del empate.