Millonarios Medellín 2022

Desmoralización total

El reloj marca el minuto 92 y hay un pelotazo largo a Chávez a la espalda de Llinás, que se había jugado al ataque, el jugador recibió solo, paró la pelota, Montero salió a su encuentro y puso el pase al centro del área para que Pineda, solo, mandara la pelota al fondo de la red del arco norte. El estadio fue un solo silencio sepulcral. Ese gol, que clasificó al «poderoso» y mandó a Millonarios al octavo lugar, nos desmoralizó a todos.

Algunos salieron del recinto (faltaban tres minutos), otros se desahogaron con los «cantos celestiales» como el «jueguen, cabrones, si quieren salir campeones». Los jugadores se demoraron en abandonar el terreno, y cuando lo hicieron recibieron las chiflas y las puteadas de la dolida y desmoralizada hinchada. En las afueras de Occidental, un grupo de hinchas se reunieron para seguirles cantando, hasta que tuvieron que enviar cuerpo policial y cerrar las puertas del estadio. Ambos equipos tuvieron que salir por maratón con la policía respaldando. Volvió algo de esas viejas épocas en las que el equipo tenía que salir en tanqueta.

Desmoralizado está Millonarios desde hace varias fechas y el gol de Bertel que había empatado el partido (que entró sin querer queriendo y terminó siendo un golazo porque Ómar quería centrar y se encontró una vaselina) era una cortina de humo para cubrir un funcionamiento colectivo pobre, con pocos remates al arco, con la misma falta de claridad y de ideas, jugando más con amor propio que con fútbol y «a la maldita sea».

Mira aquí las fotos del partido entre Millos y el DIM.

En la cancha, el equipo está sin brújula, se nota ansioso, auto presionado, desesperado, descontrolado, desconectado, desmoralizado. Todos esos problemas mentales se trasladan a lo futbolístico y se ve reflejado en ver un equipo que no sabe cómo reaccionar si el rival saca a Andrés Gómez de los partidos, y que ahora se repite en malas entregas y pérdidas de los rebotes, así fue como el DIM lució cómodo en el primer tiempo, potenciado con el gol de Cambindo tras romper la cintura de Llinás (que era el mejor de Millos hasta ese momento) a los 44.

Millos viene en curva baja, ya son ocho partidos sin ganar, tres derrotas en fila y 2 puntos de los últimos 21 por Liga y ahora es octavo. Pero por obra y gracia de nuestro mediocre sistema de campeonato, todavía tiene una carta más para clasificar a los cuadrangulares y empezar otra vez desde ceros, y evitar así lo que puede ser un papelón histórico.

Es un equipo desmoralizado, que tiene a su hinchada desmoralizada. Y Macka terminó de contaminar la relación equipo-hinchada con sus desafortunadas declaraciones en la rueda de prensa. Se juntó todo.

Twitter: @elmechu

Esta es la Ficha Técnica del partido.