Cuestión de actitud
Se terminó el primer tiempo. Envigado, el antepenúltimo del torneo que no gana en su casa desde el primer partido, derrotaba por la mÃnima diferencia a un Millos que mostraba más de lo mismo de los últimos juegos, con cero remates al arco y nula profundidad en ataque. Alarmas encendidas…
Con cinco partidos sin triunfos, con la clasificación -literalmente- pendiendo de un hilo, con la presión por un resultado que debÃa ser necesario y obligatorio (más obligatorio que necesario) se sintió la queja de la afición. Obvio, perder o empatar podrÃa significar la firma de la sentencia de muerte en el Apertura…
Pero Millonarios, que de jerarquÃa habÃa mostrado poco durante el último mes, sacó lo mejor de sus jugadores y de su colectivo para darle la vuelta al marcador y salir ganador del Polideportivo Sur por primera vez en tres años, para sacarse por fin el maleficio de no poder ganar como visitante y para acabar con una racha que costó haber salido de zona de clasificación. Igual que en el Finalización 2006.
Los goles de Duvier (qué jugador que es Duvier) y Ayron cambiaron por completo la historia de una noche que parecÃa otra pesadilla y terminó siendo romance. Los hinchas azules, que en buen número llegaron al Parque Estadio, salieron contentos, esta vez peleando por la camiseta de Riascos y no por los malos resultados.
Alrededor del planeta la situación es similar. La sonrisa regresa a los rostros de los hinchas azules y la esperanza por alcanzar la clasificación, esa que se extinguÃa hace una semana en Pasto, renació gracias a este triunfazo. Que hay cosas por mejorar, las que quieran, pero mejor dormir felices que disgustados.
La sequÃa ha terminado. Millonarios ha ganado como visitante. Todo gracias a esos segundos 45 minutos en los que el equipo mostró otra cara… es cuestión de actitud.
Twitter: @elmechu