Bailados bajo la lluvia

Se acabó el invicto en casa. Millonarios cayó por la mínima diferencia ante el Medellín este sábado y la presentación del equipo dejó muchísimas dudas y preocupaciones. El partido fue tan malo, que pareció como si estuviéramos jugando como visitantes, una sola opción de gol en todo el partido lo dice todo…

Hay partidos en los que, simplemente, hay que agachar la cabeza y aceptar que el rival fue mucho mejor. Así, sin tratar de buscarle peros ni excusas. Sin tratar de aferrarse a algún error arbitral o a cualquier frase que sirva de triunfo moral tipo «es que ellos quemaron tiempo». Nada, esta vez no vale ni sirve nada. El Medellín vino, nos hizo ver muy mal, nos bailó y nos ganó un partido que tal vez pudo terminar peor. Línea por línea, hombre por hombre, fuimos abruptamente superados.

Tocó hacer un análisis con los compañeros de batallas. Tocó llegar a casa a repetir el partido en video. Tocó devolver la película varias veces para terminar con la misma conclusión: Millonarios llegó a puerta del DIM solamente dos veces en noventa y tantos minutos, una en el primer tiempo y una en el segundo. Nada más. De resto, el azul fue un equipo inofensivo sin ideas ni creatividad alguna.

Era el primer gran reto del semestre y la calificación fue peor que insuficiente. Durante tres cuartos del partido fuimos completamente superados por un rival que mostró que es candidato al título y luego, sobre el final, con las ganas que quedaban porque el fútbol era escaso, tratamos de acercarnos a buscar un empate milagroso que nunca llegó. Es temprano en la Liga y ya tenemos déficit de puntos en casa. Hay que aceptarlo, vino el DIM a nuestra casa y nos hizo la fiesta. Fuimos bailados bajo la lluvia y menos mal la historia no terminó peor, como aquel 1-4 de 2014 con Lunari.

Twitter: @elmechu

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