45 minutos y una derrota para el olvido
Para cuando terminó el primer tiempo, con el empate sin goles en el marcador, habÃa un aire de tranquilidad entre los hinchas. Millonarios, sin haber sido ese equipo demoledor de los partidos pasados en casa, habÃa generado acciones de gol sobre el arco de Armani, que para ese momento del partido brillaba por su enorme capacidad de quemar tiempo.
Pero en la segunda etapa, todo cambió. El partido digno de Millos se acabó y lo que se observó en la cancha fue a Nacional como amo y señor del tiempo, el espacio y la pelota; y a Millonarios viendo jugar al equipo verde disfrazado de amarillo. Con el paso de los minutos, el rival hizo lo que nadie antes aquà en Bogotá: meternos en nuestro propio arco. Y nuestros jugadores trataron de explotar los pocos contragolpes pero con total ansiedad al momento del último pase o el último tiro.
Los verdes habÃan avisado varias veces con sendas opciones de gol que, literalmente, silenciaron a los más de 32 mil asistentes. Sobre todo con un palazo que nos erizó la piel a todos. Para cuando faltaban cinco minutos, algunos hinchas firmaban el empate, porque el rival ya nos tenÃa contra las cuerdas, y faltaron tres minutos para aguantar: al 87 llegó el gol de Aldo Leao que cambió una noche de fiesta por una de terror.
Al final, pareció como si Nacional nos hubiera pasado por encima facilito, caminando, dosificando en esa primera etapa en la que Millos fue más para luego sacar toda su artillerÃa y romper todas las variantes tácticas de Russo, neutralizar el juego por las bandas y partir a los azules entre defensa y ataque. Pareció como si en el segundo tiempo los visitantes fuéramos nosotros.
Un punto de los últimos 12, vuelven a prenderse las alarmas. El equipo puede salir de los ocho el fin de semana y tendrá que jugar dos partidos seguidos como visitante, y asà debe recuperar el déficit de puntos perdidos en casa, justamente, contra los dos equipos paisas.
Esta es la ficha técnica del partido
Twitter: @elmechu