Villavicencio se vistió de azul

Llegamos a Villavicencio a eso de las 12:30 del día, mientras el equipo femenino derrotaba 2-1 a Meta en el «preliminar» de la jornada. Entonces, fue apoteósico ver todas las calles de la ciudad inundadas de camisetas azules. Era como si fuera día cívico en la ciudad. Cada esquina tenía un vendedor con camisetas azules y en los semáforos se escuchaba gente gritando que tenía boletas a la venta.

Cuando salimos del hotel luego del cubrimiento de la salida del equipo y llegamos al estadio, la cosa se puso mucho mejor. Parecía Bogotá, un mar de gente con ropa azul y blanca haciendo las eternas filas, saludándose unos con otros, familias enteras a la expectativa. Jugaba Millonarios en Macal después de muchos años y para ellos era una fiesta tremenda. Las largas filas para entrar eran impresionantes. Ni siquiera en Tunja, otra plaza donde siempre somos locales, se había visto algo así.

El resultado fue ver todas las tribunas habilitadas llenas de hinchas azules y el estadio fue una fiesta. Más allá de los incidentes al iniciar el partido en Norte y de la indignación que generó el gol en contra y los minutos finales del primer tiempo, los dos goles de González Lasso animaron a la tribuna y terminaron por ponerle el moño a un gran día para la afición azul en los llanos.

Fue tanta la felicidad de la gente que cuando terminó el partido hubo invasión de campo y las gradas quedaron semi-vacías. Prácticamente toda la gente que estaba en Occidental se metió a la cancha para el abrazo o la foto con los jugadores después de la remontada para ganar.

Millonarios no ganaba en Villavicencio desde hace mucho tiempo y los hinchas llaneros esperaban este día para poder volver a celebrar una victoria de su equipo amado en vivo. Los jugadores superaron la adversidad del marcador en contra y el clima para darle vuelta al resultado y regalarle a esa hermosa afición en el llano un lindo triunfo que tanto se merecían. El llano es azul.

Twitter: @elmechu