Como siempre, Millonarios fue local en Tunja
El partido de Millonarios en Tunja siempre es el que marca la tendencia viajera de la hinchada de Millonarios. Por la cercanÃa con Bogotá, es normal ver las tribunas del estadio La Independencia pintadas de azul, sin importar el dÃa o la hora del pitazo inicial. El domingo, ante Patriotas, no fue la excepción. Millonarios volvió a ser local en Tunja, y la hinchada se llevó todos los honores, incluso hasta los de Russo, quien agradeció y exaltó la manera de alentar.
Desde muy temprano, la autopista norte y la carretera se llenó de carros, motos, buses llenos de hinchas con sus camisetas y sus banderas. Algunos viajaron desde un dÃa antes, para aprovechar el puente con sus familias y hospedarse en los pueblos aledaños para acompañar su partido de un plan turÃstico. Junto a los viajeros también se unió la afición azul en Boyacá, que es bastante numerosa. Desde Sogamoso, Duitama, Paipa, Villa De Leyva, Ráquira, Chiquinquirá y Tibasosa, entre otros municipios, también llegó gente a la capital boyacense.
El resultado: más de 12 mil hinchas Embajadores en las tres tribunas habilitadas del estadio. El aliento incondicional que comenzó con pirotecnia en la antesala del partido, que no se apagó ni con el frÃo ni con el gol en contra en el primer tiempo, que se hizo más fuerte en el periodo complementario e hizo que cedieran varias barandas en la tribuna Norte luego del gol de Ayron, que se mantuvo hasta después del pitazo final, para despedir a sus jugadores luego de la remontada.
De regreso, celebraciones en cada bus y vehÃculo volviendo a Bogotá, caras de alegrÃa para los hinchas boyacenses que solo ven a su equipo una vez en el año. Los que optaron por tomarse todo el puente se fueron a sus destinos a seguir paseando con la satisfacción del deber cumplido. Para muchos, este fue su primer triunfo como visitante en vivo, aprendieron que la satisfacción es mucho mejor que ganar de local.
Tunja es el partido perfecto para quienes desean empezar una carrera como hinchas viajeros. Haber visto ese estadio lleno de solo hinchas azules, y haberlos visto a todos celebrar un triunfo es lo mejor que puede pasar para empezar una semana luego de una jornada redonda que incluyó triunfo, clasificación y fiesta en la tribuna.