Segundo fracaso en la misma semana

Era la penúltima fecha de la fase de grupos de la Liga femenina. Millonarios debía ganar y esperar que Santa Fe derrotara a Equidad para soñar con la clasificación. Ninguna de las dos pasó. Equidad ganó su partido y Las Embajadoras estuvieron dos veces arriba en el marcador y terminaron 2-2. El análisis de la fecha termina aquí.

Antes del partido, se le hizo un homenaje a Sharon Ramírez por sus 30 partidos como Embajadora. Le entregaron una camiseta 2021 con el 30, muy bonita. Minutos después, las jugadoras salieron a la cancha, otra vez, con la camiseta 2020. En pequeños detalles como ese se evidencia el desastre administrativo que es Millonarios por estos días. Ya se había anunciado previamente, cuando vimos a Nicol Camacho, de 1.52 de estatura, jugando con camiseta XL en Villavicencio.

Cuando no se tiene sentido de pertenencia por el equipo (Millonarios) sino por la empresa (Azul y Blanco) el resultado es hacer las cosas a las patadas, como por salir del paso rápido. Cuando no se tiene amor por el escudo y los colores, importa poco quedar eliminados, importa poco deteriorar la imagen del equipo mandando a jugar a las jugadoras como si tuvieran puesta la ropa del novio, importa poco no tener ni la mínima pizca de respeto por las jugadoras y darles la ropa 2021 (es un equipo profesional, ¿no?), importa poco armar un proyecto a lo que sea, importa poco el dolor que siente el hincha, que ama al equipo y no a la empresa, con cada derrota y cada eliminación.

La eliminación de Las Embajadoras en fase de grupos (por primera vez en la historia) con una fecha de anticipación, es el fiel reflejo de como se manejó el «proyecto» desde el principio. Probablemente en Azul y Blanco no tienen ni idea de la grandeza de Millonarios, ni de lo que representa el escudo, ni de la tradición o el prestigio que tiene. Por eso no se piensa en ganar sino en competir, en jugar por cumplir, «y si por ahí se presenta una casualidad, bienvenida sea».

El DT Papú Gómez nos dijo en MundoMillosLive que este equipo estaba para pelear tiquete a Copa Libertadores. Es un buen grupo, pero no es, ni fue ni iba a ser favorito al título. Es un buen equipo, hay talento, pero también inexperiencia. Con el paso de los partidos aprendimos que era un equipo pensando a futuro. El problema, justamente, es que el «futuro» es incierto. A las jugadoras se les acaba el contrato el otro mes, puede pasar que el grupo se vuelva a desmantelar, porque todo se maneja como salga.

A las jugadoras solo hay que agradecerles, son las últimas responsables. Verlas llorando desconsoladas en la cancha porque sabían que se había registrado un fracaso partió el alma. Ellas hicieron lo que pudieron, fueron un grupo de niñas que compitió contra equipos más sólidos, sumaron experiencia jugando con ropa anticuada y hasta vistiendo tallas más grandes sin protestar. Fueron valientes en medio de un ambiente lleno de miseria alrededor. En lo deportivo quedará como conclusión que Millonarios se sacó solito por empatar los dos partidos con Fortaleza, el primero por un gol en el último minuto, el segundo por no saber defender una ventaja dos veces.

En menos de 72 horas, Millonarios sumó dos fracasos, simbolizados en igual número de eliminaciones. En la parte administrativa, donde se maneja todo con soberbia y altivez, donde creen que todo está bien en un universo paralelo, es en donde se deben realizar cambios para no seguir sumando papelones.

Twitter: @elmechu