Fue un verdadero clásico
Al minuto 92, cuando Millonarios defendía con toda el empate con una jugadora menos en el campo, Santa Fe consiguió el gol que desesquilbró la pizarra. Dos minutos después, en la última que tuvo Millonarios, a María Morales se le atravesaron en su remate casi a quemarropa y la pelota se fue al córner para terminar el partido.
Millonarios cayó 2-3 con Santa Fe en un partidazo que tuvo de todo: cinco goles, una jugadora expulsada, un gol anulado y muchas llegadas de gol; todo eso en un terreno de juego deteriorardo y lamentable, el del estadio de Mosquera.
Las Embajadoras regalaron los primeros 35 minutos, algo que tal vez terminaron costando el partido. El DT se equivocó al poner a Lisseth Moreno por el centro y a Lina Gómez con perfil cambiado. La portera azul, Karen Murillo, sacó de todo ante un Santa Fe que dominó tiempo, espacio, pelota y terreno. Las «leonas» ganaban también en corpulencia y estatura. Era un vendaval rojo hasta que llegó el penal que significó el 0-1 para las «cardenales».
Millos despertó con el gol en contra, empezó a acercarse cuando la pelota pasaba por Tatiana Ariza y a Sindy Ángel le anularon el que era el gol del empate. De repente, las Embajadoras se dieron cuenta que se podía jugar mano a mano el clásico así las rivales fueran más altas o fuertes.
En el segundo tiempo, un cambio y un ajuste táctico: Lina Martínez ingresó al campo, Moreno pasó a jugar como extrema y Lina se ubicó en su perfil natural. Con ese pequeño cambio, que potenció de paso a una enorme en espíritu pero pequeña en estatura Sharon Ramírez, Millonarios fue el equipo que se montó en el partido y consiguió el empate por medio de Tatiana Ariza.
Lamentablemente, cuando mejor jugaba Millos, llegaron dos acciones desafortunadas: el 1-2 para Santa Fe en una jugada de contragolpe en la que le ganaron la espalda a las centrales, y luego la expulsión de Lina Martínez, quien solo duró 25 minutos en cancha.
Jugando 10 contra 11, las Embajadoras consiguieron el 2.2, gracias a la ex-Santa Fe María Morales, quien cazó un rebote para poner el empate. Hasta ese momento, justo y heróico de estas Embajadoras a quienes les sobró ímpetu en el segunto tiempo.
El gran clásico parecía irse en empate hasta que llegó esa jugada del minuto 92 que desequilibró el resultado, y la posterior acción de Morales que pudo ser el 3-3 y se fur por centímetros desviado.
Al final, el resultado dejó dolor por haber perdido en el tiempo agregado, pero para el hincha ese segundo tiempo de las Embajadoras infló el pecho y llenó de orgullo. Las jugadoras nos demostraron que se puede ir mano a mano contra cualquiera, lo dejaron todo en la cancha con una jugadora menos y por eso todos los hinchas debemos estar agradecidos.
Quedan solo dos lecciones: las jugadoras deben estar en la posición donde mejor se sienten y se debe salir con determinación desde el minuto 0, esas fueron las dos razones por las que regalamos 35 minutos y la historia podía ser difernte,
El lunes en la mañana, las Embajadoras regresarán a la acción ante Fortaleza y ahí estaremos para apoyarlas porque se lo merecen y nos muestran amor y respeto por la camiseta, el escudo y los colores.
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