Faltó muy poco…

Se juntaron todos los maleficios posibles: un error en defensa, un penal errado, la marrullería de un rival que no jugó sino que pegó, se tiró al piso y escondió la pelota y a los recogebolas, y la venia de la juez central (a quien solo le faltó ponerse la camiseta roja) que permitió pegar y dejó de pitar. Esa combinación de factores firmó la eliminación de Las Embajadoras en la Liga Femenina, otra vez en semifinales, otra vez frente al América, otra vez en el Pascual.

Millonarios salió con todo a buscar el partido, pero América pegó primero en la primera incursión al ataque: de un saque de banda llegó un centro pasado, tres Embajadoras se durmieron y la única americana en la zona fue más viva, ganó la espalda y definió mordido al palo cruzado, 0-1 en contra antes de los primeros 5 minutos.

Millos tuvo cómo empatarlo, mientras América defendió su ventaja pegando patadas con la venia de la central, que ni la lengua sacaba. Vino un centro a la cabeza de Sarmiento que cabeceó y terminó siendo un rechazo, un remate de Liss Moreno que por poco es desviado para gol en contra y la opción más clara de todas, la pena máxima que Aroca despilfarró al cobrar suave a la izquierda de la portera escarlata. El empate era más que merecido.

El segundo tiempo fue casi todo un monólogo azul. Las Embajadoras arrinconaron a las escarlatas contra su pórtico e hicieron de la golera la figura del partido. Fue entonces cuando apareció la marrullería de las locales. De repente los recogebolas se escondieron y las pelotas también. De repente todas las jugadoras del América fingían lesiones, abandonaban el campo, simulaban gestos de dolor pero 30 segundos después del show pedían regreso. La juez central se reía, como mostraba la señal del canal que todos sabemos, fue la mejor cómplice del circo de las de rojo.

Y así, entre la marrullería y la complicidad de la central, se dieron cuatro minutos de adición que se esfumaron en una sola jugada: presunta falta de Peraza sobre Usme, tiro libre, tarjeta roja, y entre todo ese suceso, se fue toda la adición. Así se sentenció la eliminación de Las Embajadoras.

Paradojas de la vida. Cali fue muy superior a Millonarios, pero fueron Las Embajadoras las que clasificaron a semis por Karen Murillo iluminada. Ahora Millonarios fue muy superior al América en las semis, pero las escarlatas son las que van a la final, porque supieron pegar en momentos claves (el gol y el penal atajado) y porque su marrullería les alcanzó para aguantar la ventaja.

Las Embajadoras lo dejaron todo, y nos hicieron sentir orgullosos a los hinchas. Ojalá 2021 traiga mejores resultados.

Twitter: @elmechu