¡Adiós, campeona!
Adiós a la inolvidable doctora Catalina, ojalá el club tenga un acto de cortesía y realice algún reconocimiento público más allá del comunicado de prensa de agradecimiento. Ella se lo merece.
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Canto de gol: gente que no
El equipo está en deuda, ha marcado muy poco y hemos celebrado muy poco, y esa ausencia de goles y yerros en la línea final son los ingredientes que amargan los partidos y hacen reaparecer los lamentos
Taches Arriba: dónde, cuándo y cómo
Nada tiene que ver el ciclismo con el balón, pero Millonarios y el Jumbo Visma están en la búsqueda de gestas inéditas.
Estrellas que nacen, estrellas que se apagan
En Millonarios hay estrellas que nacen y otras que se apagan. Por la banda derecha estamos viendo una que empieza a brillar con fuerza y constancia: Sander Navarro.
Canto de gol: involución
Es un cuento de terror que parece nunca acabar. Es sufrir cada partido en el Campín, rogando porque un monedazo, botellazo y cualquier acción con un objeto contundente no alcance el ojo de un rival o un juez, no haya una herida que emane sangre y, grande o pequeña, evidencie una sanción que hace rato podríamos perfectamente merecer
Decisiones difíciles
¿Jugar con "la triple D" (David Mackalister Silva y los Danieles, Ruiz y Cataño) o con extremos? Sobre esto habla Andrés Rey.
Canto de gol: el fortín
Millonarios llegó a 300 días invicto en su casa, la que siempre tiene que ser un fortín...
Partidos que salen buenos
Hay que estar alerta con este rival. No solo por su ambición de sumar para el descenso, también porque en el frente de ataque tiene al cuarto máximo goleador del fútbol colombiano y al cual le encanta anotar cuando tiene al frente a Millonarios.
Canto de gol: Hyde
En lo global, una clasificación cómoda con dos goles de ventaja y cuatro puntos suficientes para iniciar sonrientes el fin de semana. Pero, al mismo tiempo, con la afugia de goles y victorias en el camino en Liga
Canto de gol: de lo predecible a lo efectivo
Así don Alberto insista en que el equipo no fue superado, el marcador doblegado, el cero en las huestes propias y el no ser capaces de al menos empatar con un hombre de más (que jamás se notó) lo refutan sin mayor dificultad